A pesar de que sabía que hace dos años Marisela se había casado con él por Matías, aún no se resignaba, no creía que no hubiera surgido amor con el tiempo.Si los sentimientos entre Marisela y Matías eran tan sólidos, ¿por qué seguían peleando? Marisela tampoco había vuelto a aceptar estar con Matías.Mientras más lo pensaba, más esperanzas sentía, mientras más lo pensaba, más se aferraba a su obsesión por Marisela. Lorenzo apretó el teléfono, con la mirada cada vez más profunda.—Lo que había pasado hoy al salir del trabajo en el área de ascensores, aunque el jefe en persona había pedido que no se discutiera, no pudo evitar que las noticias se esparcieran.Especialmente en el departamento de diseño, causó ondas enormes, con todos chismorreando por un momento, impactados por este escándalo explosivo.Ni siquiera sabían por dónde empezar a digerir todo, si sorprenderse primero de que Marisela fuera la esposa de la familia millonaria los Cárdenas, o primero por su aventura extramarital

¿Videos de vigilancia del vecindario? ¿Y también videos de vigilancia del hotel donde se hospedaba Isabella en ese momento?¡Maldita sea, ¿cómo diablos había conseguido Germán esas grabaciones?!—Objetamos, aunque los videos de vigilancia que obtuvo el abogado de la demandada fueran evidencia real, no pueden usarse como prueba, porque obtenerlos es en sí mismo un acto ilegal —dijo el abogado del demandante.Miró con desdén al Germán del lado opuesto. Como abogado, no creía que el otro no supiera ni siquiera esto básico.Los videos de vigilancia eran ilegales, el juez no podía aceptarlos, y además tenían razones para perseguir la responsabilidad del otro lado.—Solo quiero que el juez reconozca el hecho de la infidelidad del demandante —Germán sonrió.Luego presentó evidencia legal: fotos tomadas por paparazzi.—También debo agradecer a la amante del demandante, probablemente nunca imaginó que algún día las fotos que encargó a los paparazzi se convertirían en evidencia que confirmaría s

Marisela asintió al escucharlo. Parecía que Germán realmente tenía muchas ganas de ver a Celeste.Con tal persistencia, no era de extrañar que Celeste hubiera estado pensando tanto en sus motivos el sábado pasado.—¿Pero realmente no aceptas una invitación individual? —antes de que el auto se fuera, Marisela se acercó rápidamente dos pasos y se inclinó para preguntar.Definitivamente no podía traicionar a su amiga para ayudarla a "acompañar clientes". Era mejor invitar a Germán sola, y así no tendría que aceptar la ayuda que él le proponía.Germán puso las manos en el volante y volteó la cabeza para mirar por la ventana.Después de salir del tribunal, su aire despreocupado y frívolo comenzó a emerger lentamente. Ni siquiera el traje formal podía ocultar su aura de playboy.—Las invitaciones de mujeres hermosas nunca las rechazo, especialmente de una belleza invencible como tú, que además me ha invitado tres veces —sonrió Germán ligeramente.Marisela no sabía qué hacer. ¿Cómo podía resp

Su expresión era seria, hablaba con autoridad, realmente tenía la presencia autoritaria de un abogado.Germán tiró fuertemente de ella, Marisela también se liberó al mismo tiempo, finalmente escapando de las garras de cierta persona.Germán miró fríamente al otro, luego se llevó a Marisela.Lorenzo se quedó en su lugar, con los puños apretados, lleno de resentimiento.Después de meter a Marisela en el asiento del copiloto y cerrar la puerta, Germán fue al asiento del conductor y arrancó el auto. El Mercedes se alejó rápidamente.Dentro del auto.Marisela se abrochó el cinturón de seguridad, respirando un poco pesadamente. Su peinado y ropa estaban algo desordenados, se arregló rápidamente.—Gracias, Germán. ¿Los oficiales llegaron rápido? ¿Qué pasa si Lorenzo se escapa? —dijo Marisela.—Que se escape, ni siquiera llamé a los oficiales —dijo Germán mientras manejaba.Marisela se quedó estupefacta.¿Falso? ¿Solo había sido para intimidar a Lorenzo?—En realidad sí se puede pedir ayuda, p

Germán arqueó las cejas. ¿No debería ser porque estaba "haciendo de cupido" que lo invitaba a comer?¿Y resulta que es al revés? No existe esto de invitar gratis para cerrar la boca de alguien.Pero no lo dijo, ¡al menos tenía almuerzo asegurado!En ese momento, del otro lado.Marisela ya había regresado a casa. Como había estado en el tribunal toda la mañana, decidió descansar y pedir comida a domicilio.La llamada de voz con Celeste continuaba, pero cuando estaba viendo la app de delivery, entró una llamada al teléfono.Marisela contestó, la llamada de voz se cortó automáticamente, y dijo:—Germán.—Señorita Undurraga, ven a comer, te envío la ubicación del restaurante —dijo Germán por teléfono.Al escuchar esto, Marisela pensó:Había invitado a Germán tres veces y la había rechazado, ¿pero tan rápido cambió de opinión?Viendo la ubicación del restaurante que le envió en la app social, Marisela estaba a punto de decir "está bien" cuando escuchó a la persona en el teléfono continuar: