Capítulo 30Ginebra Despertar en los brazos del hombre que amo después de haber sido suya toda la noche, definitivamente es lo mejor que puede existir en el mundo. Es que en ningún otro lugar encontraría algo mejor que el cuerpo desnudo de Max junto al mío, cubierto con solo un trozo de sabana sobre su trasero. Diría que es una perfecta imagen de algo sensual y erótico, imagen que a partir de este momento solo yo sería la afortunada de admirar.Acaricio sus fuertes y torneados brazos con la yema de mis dedos, sabiendo que estos puedes llegar a ser la perdición para cualquier mujer que quiera ser abrazada por ellos. Sus largas y firmes piernas demuestran el ejercicio que hace para mantener su figura, pero si hablamos de su pecho y abdomen diría que esos dos superan cualquier cosa. Su cuerpo completo fue creado por los mismos dioses y ahora él era solo para mí.– ¿Piensas seguir observándome por más tiempo o vas a sacarme una foto? – pregunto Max con un tono de voz ronca y sexy, de esa
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