MargotLlevo dos días de total locura. Haber aceptado hacerme cargo de la columna de opinión de periódico, tanto físico como digital, y además haber tomado algunas responsabilidades propias de papá, me tiene trabajando sin descanso. Papá dijo que no era necesario que fuera a la empresa todo el día en el horario de oficina, pero no se como más cumplir con lo que me pidió si no de esa manera y sinceramente tampoco parece que me esté funcionando, siento que en cualquier momento voy a colapsar.El mismo día que habló conmigo, mi padre le contó todo a Sam y a la abuela. Mi hermana, como era de esperar, lloró, grito y se molestó muchísimo porque le habían ocultado las cosas, pero igual que yo lo acepto al final. Entre todos estamos trabajando en hacer las cosas más sencillas para papá y es por eso que justo ahora tengo a Sheryl y Samantha en mi apartamento.Esta última ha estado insistiendo en que le cuente sobre mi “patrocinador” y el proceso de publicación del libro y sinceramente me esto

MargotEncontrar a Jayden ha supuesto toda una travesía. Supongo que se estarán preguntando cómo llegué a esto, pues permítanme explicarles. Después de haber salido del restaurante de Steven, fui a encontrarme con Juls a su apartamento, ella acababa de llegar de la convención de fútbol. En los últimos dos días no había querido decirle nada de lo que ocurría porque sabía que iba a terminar arruinando su evento, por eso es que una vez la vi la puse al día con todo lo que había pasado, a diferencia de Steven, con ella no omití absolutamente nada, lo que hizo que me ganara una mirada asesina que, si soy sincera, me asustó más de lo que estoy dispuesta a admitir. Es un alivio que su religión prohiba la violencia, de lo contrario no quiero ni imaginar lo que haría Juls.El caso es que Juls se encargó de hacerme sacar la cabeza de mi culo, y me recordó muy a su manera que cuento con ella, con mis hermanas e incluso, así no sepa nada de periodismo y comunicaciones, también cuento con Steven.

Jayden BowenLa sala VIP está tal cual como la recuerdo: sofás vintage de terciopelo rojo, mesas ratonas, grandes lámparas de araña y tapetes de piel bajo cada una de estás. Joyce nos acomoda en uno de los espacios más pequeños y alejados y yo le doy las gracias antes de invitar a Margot a sentarse. Ella lo hace mientras observa todo el lugar.—Este bar es muy lindo— Dice y yo asiento en acuerdo, porque el lugar realmente lo es— La chica rubia se llama Joyce, ¿es ella la dueña?—No, su padre lo es. Ella lo administra y también atiende cuando está muy lleno, como hoy.En ese momento Joyce regresa con nuestras bebidas y vuelve a darle una mirada coqueta a Margot y esta, atrevida y descarada como siempre, se la regresa con esmero. Haciendo que Joyce ríe con ganas y le de un guiño antes de retirarse.—Acabas de coquetear con Joyce. — Le digo, recalcando lo obvio.—¿Molesto?—Eso me hizo sentir muchas cosas, pero molestia no es una de ellas.Margot, para mi total deleite, vuelve a sonrojars

MargotJuls sigue viendome con esa mirada en los ojos que me hace reconsiderar si es buena idea permanecer cerca de ella o debo correr por mi vida. La primera opción siempre es la elegida. Aunque la duda nunca falta.—Margy, ¿cuál es nuestra película romántica preferida?¿Qué? Estoy segura de que mi cara es todo un poema ahora mismo, pero eso no parece importarle en lo más mínimo a Juls, que no ha dejado de sonreír y ahora está inclinando una ceja en mi dirección.—Cual es, Margy, dime.— Cómo perder a un hombre en 10 días — Digo finalmente, y de inmediato entiendo lo que la loca de Juls me quiere decir.Mi cabeza gira como un resorte en su dirección y una sonrisa malévola empieza a formarse en mi rostro. Miles de ideas, cada una más ridícula y descabellada que la otra, empiezan a tomar forma en mi mente y eso funciona como un bálsamo para calmar mi sangre caliente de la rabia. Todo comienza a calmarse y la propuesta parece ahora mucho, mucho más atractiva.Juls me da una sonrisa salv

MARGOTVoy a matarlo. Yo definitivamente quiero matarlo y de paso matarme a mí por permitir que sus palabras y cercanía me afecten de la manera en que lo están haciendo, pero, santo Dios de los hombres sexys en el mundo, él se ve malditamente irresistible y lo sabe, el maldito sabe que está para comérselo y aunque siento que el agotamiento va a hacerme desfallecer en cualquier momento, aún tengo ojos y a ellos les gusta que lo ven.Hoy pasé toda la mañana y tarde en el periódico poniéndome al día con las funciones que mi padre me delegó. Él continúa yendo a trabajar, pero por recomendación del médico debe bajar la carga de estrés y ahí es donde entro yo. Durante toda la jornada casi no tuve tiempo de pensar en lo que pasaría una vez estuviera en el apartamento de Jayden, aunque sí que había hablado con Juls sobre eso la noche anterior, sin embargo, apenas puse un pie fuera del ascensor todo pareció borrarse de mi memoria y mi mente empezó a tener vida propia divagando por doquier.E