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284 chapters
Devolviendo la Mano
Ya le habían dado de alta a Kate, ella estaba feliz junto a los gemelos en la cama junto a Lucy, la pequeña hija de Lucca, los pequeños Lucien y Addy estaban en la cama jugando con ellos, Bastien los miraba con amor cuando sonó su celular, un número que no podía dejar de responder, salió y Lucca notó, bajó al despacho y devolvió la llamada— Ashton, qué necesitas. — Detrás de él llegó Lucca a escuchar la llamada.«Bastien, necesito un hígado urgente, mi mujer se está muriendo.»— Edad y tipo de sangre«AB+ 29 años»— Te lo haré llegar mañana a tu ciudad.«Mi avión privado ya está saliendo a tu aeropuerto»— apenas vea los ceros en mi cuenta...«Ya están ahí, Bastien, lo necesito urgente»— Cuenta con eso.La llamada se cortó mientras Lucca miraba a Bastien— Qué tenemos en el calabozo que nos sirva para una mujer de 30 años AB+— Tenemos dos mujeres de esa edad, una mató a su bebé a golpes, y el padre el bebé la mandó a matar. Y otra mujer que vendió a su hermana pequeña a un prostíbu
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Diez años después
El sol caía suave sobre la terraza de la villa. El aire olía a jazmín y a café recién hecho. Bastien estaba sentado con una taza en la mano, mirando hacia el jardín. Sus ojos miel, antes duros como acero, ahora eran tranquilos… llenos de vida.Kate salió con una manta sobre los hombros. Se acomodó a su lado y apoyó la cabeza en su hombro. —Quince años —susurró—. ¿Puedes creerlo? —Quince años desde que me diste el mundo —respondió él, acariciándole el cabello—. Porque eso eres, Kate. Mi mundo.—Quince años desde que me secuestraste camino a la universidad —sonrió Kate. —Debo reconocer que no fuiste fácil. —¿Cuándo lo bueno ha sido fácil, amado mío?En el jardín, Anny corría riendo detrás de Agus, mientras Lucy y Lauren, la otra hija de Lucca, hacían castillos con tierra y ramitas. —Están tan grandes… —dijo Kate, con un nudo dulce en la garganta.—Y son tan nuestros, los que hicimos juntos, como los que hicieron Lucca y Ara —agregó Bastien, con orgullo y una risita.Kate giró el rost
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El adiós de Lucien
Los días pasaron y todos estaban despidiendo a Lucien en el hangar privado. Ara lloraba, pero Lucien, que ahora era más grande que ella, la abrazaba con fuerza.—Mami, estaré bien. Estaré con tía Ella y tía Moira. Hablaremos por videollamada a diario, y podrán ir a verme.— Pero te extrañaré, amor. No es lo mismo. No podré abrazarte.—Prometo pedirle a tía Ella que mande el avión por ti y mis hermanos. Así nos veremos luego.—¿Y por mí? —preguntó Lucca, pero Lucien sonrió.—Padre, tú puedes venir cuando desees.Un abrazo fuerte se sintió entre padre e hijo. Los gemelos corrieron a sus piernas.— Lucien, no te vayas. ¿Quién me enseñará a pelear? —decía Agus.—¿Y quién me enseñará matemáticas? Lucien, no te vayas —le decía Anny.—Pueden ir a verme o podemos hacer videollamada. Y prometo enseñarte, Anny.Lucien se agachó, los abrazó, se despidió de Kate, de Bastien y de sus hermanos. Y al final, en un rincón, estaba Addy. Su rostro imperturbable. No demostraría lo mucho que esto le dolía
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Epílogo: Dos corazones latiendo juntos.
Bastien estaba en su despacho trabajando cuando miró por el ventanal y notó que había empezado a llover. Sonrió y fue por unas toallas, luego al taller de Kate. Miró y el ventanal estaba abierto. Caminó, dejando las toallas a un lado, y allí estaba ella.Su Kitty, danzando bajo la lluvia. Su cabello oscuro mojado, gotas caían por él, su vestido pegado al cuerpo, sus ojos cerrados mirando al cielo dejando que las gotas limpiaran su piel. Bastien sonrió y caminó hacia ella. La tomó de la cintura y Kate abrió los ojos.—¿Me concede esta pieza?Kate sonrió y empezó a bailar con él, como cada vez que llovía. Sus cuerpos se movían al compás de una música que solo ellos podían oír.—Sigues tan hermosa como siempre, Kitty.—Ya han pasado 15 años, amor. Me estoy volviendo vieja.—Eso jamás. Sigues tan hermosa como siempre.Kate sonrió y miró esos hermosos ojos miel que se habían clavado profundo en su alma.—Eres mi todo, Bastien.—Y tú mi universo, Kitty.Bastien acarició su mejilla mojada mi
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