130. Nuestros hijos...
Él hizo todo de él para mantenerse tranquilo y no irrumpir en el baño ahora mismo.El pensamiento del agua deslizándose por la perfecta figura de su mujer lo desquiciaba, más aún por el roce que habían tenido sus cuerpos.La noche anterior no había podido decirle nada, pero era momento de llevarla a casa a donde ella pertenecía y mostrarle a su hija.Sabía lo mucho que durante esos cinco meses Satarah debía haber sufrido. Lo único que quería hacer en su vida era protegerlas.Ava también había sufrido la ausencia de Satarah, tenía que cumplir la promesa que le había hecho a su hija y llevarle a su madre. —No puedo ir hoy papá, lo lamento mucho. Surgió algo —le avisó a su padre a través de la bocina.—¿Cómo que no puedes, printsessa? ¿Pasó algo con los niños? ¿Quieres que vayamos...?—No, no te asustes —lo interrumpió rápidamente—. No es malo. Te lo contaré después, papá.—De acuerdo, printsessa. ¿Pero puedes venir esta noche? Haré que preparen Blini de fresa.—¿Estás tratando de manipu
Ler mais