Dos meses después... En los últimos meses, he tenido la oportunidad de irme a la cama con muchos hombres, pero he preferido no hacerlo. ¿Por qué? Pues no lo sé, lo cierto es que no tengo ni idea de porque los he rechazado. Tal vez me haya cansado de los hombres. O quizá ya no quiero seguir teniendo sexo esporádico. O, a lo mejor, no lo sé, me he vuelto asexual. En fin. Tampoco se acaba el mundo por eso. Tengo otras muchas cosas en las que pensar, como por ejemplo, en lo que me voy a poner hoy para salir. Hemos quedado una cuántas compañeras del trabajo para ir de fiesta esta noche, y mi intención es pasármelo bien, despejar la mente, y disfrutar de mi juventud, que a mis veintitrés años estoy en la flor de la vida. Aunque esa frase es más del estilo de mi abuela, pero bueno. Abro mi armario y empiezo a sacar modelitos, vestidos largos, cortos, faldas, blusas, pantalones, pero solo una prenda llama mi atención. Es un vestido negro, cruzado, de manga larga, con escote en for
Leer más