Cachorra igual problemas

*Uziel*

Leo el informe que me llego de la Manada Jefferson, esa adolescente se ha metido en problemas otra vez. 

Una Loba Ancestral que me sacara canas verdes si continua así, tiene quince o dieciséis años, pero me han llegado más notificaciones sobre su actividad que en los doscientos años de Dominic Wanderwor.

—Parece como si nunca has tenido quince años—dice Valborg, mi Lobo no está tan preocupado como yo.

—Tuve quince, pero yo no podía congelar el aire a mi alrededor—digo a mi Lobo que comienza a carcajear—¿De qué te ríes?—pregunto para reírme yo también.

—Te preocupa más que esa chica sea una Ancestral que el bienestar de la Manada donde esta—dice mi Lobo luego de dejar de reír.

Porque no me preocuparía que ella sea una Ancestral, esos Lobos no me obedecen, no tengo información sobre ellos, no sé dónde están exactamente los otros dos, Dominic Wanderwor y Dimitra Sokolov. 

Dominic es un Lobo Ancestral que se limita a aparecer de vez en cuando, pero Dimitra, esa Loba tiene más de setecientos años y es un total misterio.

Lo peor de estos Lobos es que los respetan, son bienvenidos a donde vayan y siempre están en donde los necesitan, dicen que ellos son enviados de la Diosa Luna para traernos paz, no digo que no sea así, Dominic a la hora de pelear siempre se hizo presente y aunque Dimitra se mantuvo al margen sé que estaba cerca por si se la necesitaba. 

Mi padre decía que Dimitra es una Loba solitaria, pero si se la requería estaría dispuesta a ayudar en los momentos de necesidad.

Lo que más me preocupa es el número de Ancestrales que hay en la actualidad, son tres y eso no es nada bueno, los Ancestrales son Lobos enviados en épocas de guerra o necesidad, que haya tres ahora solo me trae mala espina, estamos en paz, pero siento que esta paz se nos escapara de las manos en cualquier momento.

Mi madre entra en mi despacho y se sienta en la silla que está del otro lado de mi escritorio, ella va vestida de negro, es su color desde que padre falleció hace setenta años, aun ella no quiere acompañarlo, dice que quiere asegurarse que la familia estará a salvo en su ausencia, o sea que espera que tenga algún cachorro para morir en paz sabiendo que el trono tendrá futuro.

—¿Que hare con esta cachorra?—pregunto levantando mi vista de los papeles.

—Según sé Dominic Wanderwor le ha ofrecido ir a vivir con él, debes mantenerlos separados hijo—dice mi madre, una Loba de casi setecientos años, ya tiene su cabellera completamente blanca y las arrugas han empezado a poblar todo su rostro.

—Dos Ancestrales juntos no nos conviene—digo y ella responde asintiendo con su cabeza—la invitare aquí, aquí podre mantenerla vigilada—concluyo comunicándome con uno de mis hombres para que me consigan el número de su padre.

Russel Galvert es un Lobo bastante joven que perdió a su compañera hace unos tres o cuatro años, han vivido de manada en manada ya que esa cachorra no puede estar más de tres meses sin meterlo en problemas de cualquier tipo.

Cuando consigo el número me dispongo a llamarlo.

*Llamada telefónica*

—Hola—escucho la voz de un hombre.

—¿Russel? soy Uziel Perrzan—digo firmemente cuando me contesta.

—Majestad, ¿en qué puedo ayudarlo?—responde el Lobo en un tono sumiso.

—Me han llegado informes de lo ocurrido hace unos días, espero que Thessa esté bien—digo intentando sonar simpático.

—Ella está bien, al igual que el cachorro que estuvo involucrado en el incidente—dice el padre de la Loba Ancestral.

—Qué bueno, ¿Quería saber que piensan hacer? El Alfa Jefferson ha pedido que se retiren de la manada lo antes posible—digo sin cambiar el tono.

—Hemos recibido invitaciones de distintas manadas para pasar una temporada en ellas—responde con rapidez el Lobo.

—Bien, quería invitarlos personalmente a que vivieran en mi manada, la Manada Real—digo al micrófono del teléfono con orgullo.

—Sería un honor majestad, pero también Dominic Wanderwor nos ha invitado a vivir con él—dice Russel y sus palabras hacen que me ponga de pie.

—No podemos dejar que esa cachorra se junte con el otro Ancestral—dice con rapidez Valborg.

—Como dije antes los invito a pasar una temporada en mi manada Russel—digo firmemente, pero sin usar mi voz de Rey.

Él Lobo se queda pensando una respuesta y al final dice que hablara con su hija al respecto.

—Esperare su respuesta Russel—digo para finalmente cortar la llamada.

—Jack, consigue una casa para dos lo bastante alejada de la ciudad—digo por mi enlace a uno de los Lobos de mi manada.

—Si Alfa, yo me encargo—responde Jack con rapidez.

Continúo leyendo algunos papeles y firmo los necesarios.

...

Ahora que esa Loba está viniendo a la ciudad me quedo más tranquilo, el estrés que me causaba la idea de que Dominic o Dimitra obtuvieran más poder del que ya tienen me asusto bastante.

—Ni me lo recuerdes—dice mi Lobo igual de tranquilo.

Selena me ha pedido ir a conocerla, no le puedo negar nada a esa cachorra así que he aceptado llevarla mañana al mediodía a conocer a esa tal Thessa.

...

Russel me llamo para decirme que desea que vaya a su casa el domingo, casi voy directo a golpearlo porque cree que me puede decir que hacer y qué no hacer, pero para su suerte tenia a mi madre enfrente que al ver mi movimiento me detuvo.

Acepte ir el domingo, pero cuando colgué ella me dijo que iría en mi nombre para tranquilizarme.

—Que sea el padre de una Ancestral no le da derecho a darnos ordenes—dice mi Lobo igual de irritado que yo.

Voy afuera y me transformó, el pasto en mis patas me calma, Valborg es un Lobo negro azabache, sus ojos son rubíes y somos inigualables y únicos, no solo porque somos un Alfa Real, sino porque somos los mejores en lo que sea que hagamos.

—Somos los más humildes también—bromea mi Lobo.

...

Selena ha quedado impresionada con la Loba Ancestral, aunque según me conto madre ellas solo hablaron tres o cuatro palabras y la cachorra se encerró en su habitación luego.

Selena debe hacerse respetar, sino todo cachorro que este cerca de esa Loba le faltara el respeto.

—Debemos conocerla—dice Valborg algo interesado por los comentarios que hay sobre la cachorra.

—Mañana la veremos en la escuela—digo a mi Lobo en respuesta.

La verdad yo también tengo cierto interés por conocer a esa Loba.

...

Voy de camino a la escuela a recoger a Selena cuando Valborg se pone inquieto.

—Me darás jaquecas si sigues así—advierto a mi Lobo.

—Esas esencias—dice excitado.

Me estaciono y diviso a Selena al lado de una cachorra de su edad, siento como Valborg lucha por tomar el control de nuestro cuerpo.

—¿Que te sucede?—pregunto irritado.

—Es ella. Es nuestra Luna—afirma mi Lobo que quiere lanzarse encima de la cachorra.

—Tío—dice Selena cuando está a mi lado—ella es Thessa—dice señalando a la Loba Ancestral.

—Por la Diosa Luna, es la cachorra Ancestral—dice asombrado mi Lobo.

Me quedo paralizado sin saber qué hacer.

—Selena vamos—digo volviendo al mundo real.

La cachorra saluda y sube al auto, miro hacia donde se encuentra mi compañera destinada y unos segundos después subo al auto, necesito tiempo para pensar.

—No hay nada que pensar, ella es nuestra, debemos marcarla—dice Valborg algo frustrado porque la dejamos allí.

Conduzco sin mucho cuidado hacia la mansión y cuando llego busco a mi madre, necesito de su consejo.

—Madre—saludo al encontrarla en la biblioteca.

Ella me mira con preocupación, creo que nota lo agitado que estoy.

—¿Que sucede?—pregunta con obvia preocupación.

—Encontré a mi Luna—digo sin creérmelo yo mismo.

—Qué bueno hijo, ¿Dónde está?—pregunta con una sonrisa.

—Es la cachorra Ancestral—digo serio.

Ella no dice más y se queda pensativa unos minutos.

—Quiero ir a ver a mi Luna, luego hablaremos con madre—dice Valborg desesperado.

—Ella aun es una cachorra—comienza a decir mi madre al fin, yo solo asiento al saber esa información—no te reconocerá hasta dentro de cinco años al menos y siendo una Ancestral no sé si sea igual, ellos no tienen compañeros destinados—dice y eso ultimo me hace caer en picada—pero tú la reconoces—afirma al ver mi rostro.

—Podemos esperar cinco años—dice Valborg con ilusión.

—Esperare hasta que ella me reconozca—digo volviendo a componerme.

Madre asiente y me decido por ir a hablar con su padre, debo mantenerlos cerca.

Manejo igual que antes hasta la casa de mi compañera destinada y noto que aun ellos no han llegado, eso me preocupa y Valborg se empieza a impacientar.

—¿Y si les paso algo?—pregunta mi Lobo preocupado.

Intento ignorarlo, pero si no llegan en cinco minutos lo dejare tomar el control y que la vaya a buscar. 

Hay Lobos que tienen más desarrollado un sentido que el otro, en el caso de Valborg este tiene un olfato extraordinario, una vez siente una esencia puedo encontrarla a donde sea que este.

Y nuestra compañera destinada tiene unas esencias muy particulares.

—Menta, vainilla y chocolate—dice Valborg recordando la mejor combinación de esencias.

—Ya están llegando—digo a mi Lobo para que se tranquilice.

Espero dentro del auto hasta que ellos se estacionan y cuando logro controlar del todo a Valborg me decido por bajar, mi Luna desapareció dentro de la casa, pero Russel se quedó en la entrada esperándome.

—Nuestra Luna se metió en la ducha, quiero ir con ella—dijo mi Lobo inmediatamente al sentir la lluvia de la regadera.

—Pase—dice el padre de mi compañera destinada—¿Quiere tomar algo majestad?—pregunta al entrar al salón.

—Uziel por favor y una bebida fuerte si tiene—respondo con algo de nervios.

—Nuestra Luna se está riendo, me encanta ese sonido—dice mi Lobo al escuchar la risa de Thessa.

—Aquí tiene—dice Russel cuando regresa con la copa, whisky es lo que me ha traído.

—Estoy aquí por un asunto personal Russel, muy personal—digo sin poder estar quieto, Valborg esta excitado y la ropa me incomoda en todas partes.

—Espero que mi hija no haya traído problemas a la Manada Uziel—dice Russel algo preocupado.

—No, en absoluto—respondo con rapidez intentando que mi erección no se note por encima de mis pantalones cambiando de posición mis piernas.

—Me alegra escuchar eso, pero ¿Entonces que lo trae a mi casa?—pregunta el padre de mi compañera destinada.

—Nuestra Luna se ríe nuevamente—dice Valborg feliz.

—Su hija es mi compañera destinada por la Diosa Luna—respondo intranquilo ya que Valborg intenta tomar el control.

—Valborg me estas volviendo loco, cálmate de una vez, por favor—regaño a mi Lobo.

—¿Está usted seguro?—pregunta Russel que al parecer cree que soy un cachorro que no distingo esencias.

—No tengo la menor duda—respondo algo irritado por su pregunta.

—Mi hija…—comienza a hablar Russel, pero lo interrumpo.

—Su hija aun es una niña, esperare el tiempo que sea necesario para que ella me reconozca como su compañero destinado—digo con seguridad en la voz.

—Al fin te calmas—digo a mi Lobo.

—Mi hija es una Loba Ancestral—dice el padre de mi compañera destinada.

—Tengo más de quinientos años Russel, puedo esperar otros cien más sabiendo que ella es la Loba que me ayudara a reinar—digo sin entender el comentario de Russel, ya sé que ella es una Loba Ancestral.

—Y una muy sexy—dice Valborg sin poder mantenerse quieto.

—Ya empiezas otra vez—regaño a mi Lobo nuevamente.

—¿Desea hablar con ella?—pregunta Russel luego de unos segundos.

—¿Me daría permiso?—pregunto educadamente.

—No tengo forma de prohibírtelo Uziel—responde Russel en un tono extraño.

Se va hacia la habitación de Thessa y varios minutos después aparece sin ella, al parecer aún no se había cambiado.

—¿Qué piensas hacer respecto a su edad?—pregunta Russel con el ceño fruncido.

—Thessa aún es una cachorra y respetare eso, intentare conocerla y de igual manera que ella me conozca a mí, también si lo acepta deberá empezar a aprender sus deberes como Luna de Lunas y cuando llegue el momento sucederá lo que tenga que suceder—digo calmadamente.

—Mi hija es una Loba Ancestral—dice el padre de mi compañera destinada nuevamente.

—Eso lo sé—respondo sencillamente ocultando la irritación que esa frase me está empezando a generar.

—Los Ancestrales tienen deberes que cumplir—dice él con ese tono nuevamente.

—Eso a nosotros no nos importa, Thessa será nuestra Luna y Luna de todos los Lobos—dice Valborg enfureciéndose con el padre de nuestra compañera destinada.

—Thessa ya no tendrá que preocuparse por cumplir deberes que no sean ayudarme a reinar—digo firmemente.

—Ya veremos—dice Russel moviendo la cabeza en afirmación.

Nos quedamos en silencio y unos cinco minutos después aparece mi Luna, lleva un vestido que la hace parecer mayor.

—Nuestra Luna es hermosa—afirma Valborg sin poder controlarse.

Su cabello aun húmedo por la ducha y esos ojos verdes que compiten con el bosque en plena primavera, la Diosa Luna ha sido generoso conmigo, su cuerpo aun es pequeño, pero crecerá, no me importaría que se quede así de todas formas.

—Así es perfecta—dice mi Lobo completamente embelesado por la visión de nuestra compañera destinada.

—Buenas tardes—saluda al llegar al pequeño salón.

Me pongo de pie para recibirla.

—Buenas tardes Thessa, soy Uziel Perrzan, Rey de los Lobos y Alfa de esta Manada—digo extendiéndole mi mano para saludarla.

—Quiero tocar a nuestra Luna—dice Valborg feliz.

—Lo siento a mi Loba y a mí no nos gusta estrechar manos—dice acomodándose en el sillón que tengo delante.

—Yo quería tocarla—declara Valborg frustrado.

—No te preocupes, a tu edad yo tampoco era muy amistoso físicamente—digo intentando no hacer notar la frustración que siento yo también.

—¿Thes quieres una taza de té? —pregunta Russel a su hija.

Mi Luna asiente y su padre se va a la cocina.

—Es bastante disimulado, debemos aprovechar y marcarla—dice Valborg y yo le lanzo una mirada asesina a mi Lobo.

—Hoy te vi en la escuela, Selena me dijo quien eras y lamento no haberme presentado—digo intentando controlar a mi Lobo que se le quiere lanzar encima.

—No se preocupe—responde ella encogiéndose de hombros como restándole importancia.

—Acércate más—dice Valborg.

—Es importante que me escuches Thessa—digo intentando que mi Lobo se comporte—tengo quinientos cuarenta y siete años y encontré a mi compañera destinada—continúo logrando que Valborg se calme, aunque sea unos segundos—eres tú Thessa, sé que no me puedes sentir aun, pero esperare el tiempo necesario para que me aceptes—concluyo y siento como nos invade la felicidad porque al fin la tenemos aquí.

—Uziel yo…—comienza a hablar mi Luna, pero la interrumpo rápidamente.

—Aun eres joven y de seguro tienes planes, sé que eres inteligente y te aceptaran en las mejores universidades, respetare tu decisión si deseas irte a estudiar lejos de aquí—digo con algo de dolor por mis propias palabras, pero ella levanta su mano y me detengo.

—Yo tengo planes, soy una Loba Ancestral, como tal tengo deberes para con los Lobos, pero también siendo tu Luna y Luna de todos tendré otro tipo de responsabilidad, ahora que sabes que comprendo mi posición te diré que los Lobos Ancestrales se desarrollan al nacer, yo puedo reconocerte a ti como mi compañero destinado—concluye con su mirada fija en mí y seria, como si no fuera una cachorra.

—Ella nos reconoce, eso significa que podemos marcarla—dice Valborg feliz.

—Tú solo piensas en eso—digo furioso—¿No te das cuenta que ella no piensa renunciar a sus deberes como Loba Ancestral?—concluyo esperando que mi Lobo piense antes de decir lo siguiente.

—Pues creo que eso es mucho mejor, jamás ha habido una Luna Ancestral, es más tenía entendido que ellos no tienen compañeros destinados—dice mi Lobo.

Su información no es incorrecta, no hay registros sobre Ancestrales con parejas destinadas.

En ese momento me doy cuenta que ella espera que diga algo, pero Russel entra de nuevo en el salón trayendo una taza de té para mi Luna.

—Al parecer le gusta el té—dice Valborg y sé que recordara ese detalle.

—Aquí tienes amor—dice su padre entregándole la taza.

Ella comienza a beber y me quedo mirándola en silencio.

—Quiero marcarla—dice nuevamente mi Lobo.

—Yo ya debo retirarme—digo al final antes de que Valborg cometa un error.

—Puedes quedarte a cenar—afirma Thessa y al parecer su padre no negó su afirmación.

—Gracias Thessa, pero creo que es muy pronto aun, como dije antes te daré el tiempo y el espacio que tu necesites—digo levantándome del sillón.

Valborg está inquieto y tengo miedo de asustarla.

—Te acompaño a la puerta—dice poniéndose de pie también. 

Asiento y ella se adelanta a mí para abrirme la puerta y dejarme lugar para salir.

—Nos vemos mañana en la salida de la escuela—dice apoyando ambas manos en mis hombros y haciendo fuerza para elevarse y quedar a mi altura—mi Lobo—susurra en mi oído y sin pensar le doy un dulce beso en el cachete.

Me da una sonrisa en respuesta y con rapidez me dirijo al auto, ya que Valborg quiere tomar el control de nuestro cuerpo, me meto al auto y salgo de su campo visual lo más rápido que puedo.

—Has escuchado eso, nos llamó "mi Lobo", somos de ella y solo de ella—afirma mi Lobo completamente enamorado.

Conduzco a la mansión y cuando llego me voy directo a la habitación donde sin dudarlo me meto con ropa y todo a la ducha.

El agua fría intenta bajar mi calentura, pero luego de veinte minutos aquí aún sigo con la sensación de sentirla tan cerca.

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