5. Enfrentamiento y discusiones

Fui consciente de cómo sus ojos me observaban bajo aquellas largas y gruesas pestañas. No parpadeaba, estaba tan atento a mi presencia, estaba tan decidió a intimidarme cuando abrí la puerta y me plante en su despacho.

—No puede despedirla. —Solté de pronto, con el corazón latiéndome en la garganta.

Su mandíbula se tensó con tanta fuerza, que pude notar la expresión desencajada de su rostro. Sus manos, estaban cruzadas encima del escritorio de mármol en frente de él. No se movía, no decía absolutamente nada. Simplemente, se limitaba a escudriñarme de arriba hacia abajo, se le había vuelto una muy mala costumbre, porque siempre lograba intimidarme de esa manera, sin embargo; luché contra mí misma para no permitírselo.

— ¿No va a decirme nada? —Le cuestioné después de un par de segundos&md

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo