S E I S
—Deberás asistir con nosotros. Yo estaré con algunos inversores y tu cuidarás de mi hijo. —asentí— deberás también ponerte algo para la ocasión, un vestido no estaría mal. —lo quedé mirando. ¿Me está aconsejando en modas? Bueno siempre cargo vaqueros y camisetas, miré mi atuendo y pues es obvio que el hombre se avergüence de cómo anda su niñera.
—Bien. Entonces mañana vendré con mis cosas hacía acá y aquí me alisto.
Me fuí hacia mi casa y no dejaba de pensar en lo que me pondría. Tengo vestidos pero los nervios se suman y mi acomplejado ser no ayuda.
—Morey...—grité entrando a la casa— Tengo una urgencia.
—El baño está desocupado querida —gritó de vuelta— Todo tuyo.
—Mor es un problema... —ella se ha convertido en mi psicóloga. Me escucha, me aconseja y me trata como si fuera parte de su familia, de hecho un día dijo que dejara de pagar la renta que me apreciaba y yo le dije que no que la ayudaría con los gastos.— ¿Donde estás?