¿Cómo está Dominique? -preguntó Isabel para cambiar de tema. Dominique, la hermana de Isabel, estaba embarazada de seis meses y eso hacía muy feliz a toda la familia real.
-Está bien -Josephine dio un suspiro-, Isabel, no he olvidado que no has contestado a mi pregunta. ¿Dónde estás?
-No preguntes -contestó mientras oyó que Adam cerraba el grifo de la ducha-. Mamá, no puedo quedarme sentada esperando a que los demás encuentren a papá.
-¿No estás haciendo ninguna tontería, verdad?
Isabel miró a Adam. Salía vestido con un pantalon corto y de él emanaba un aroma de limpia masculinidad.
-Por supuesto que no -contestó Isabel, y no se sorprendió al notar que tenía la boca seca.
Nunca había visto un pecho tan fuerte salpiccado por la cantidad justa de ve