CAPITULO 3

Jenna estaba ansiosa, pues las horas pasaban y su amada mamá no llegaba, estaba intranquila, su nana no sabía nada todavía, cuando se escuchó el clic de la puerta, la niña estaba parada esperando frente a la puerta esperando ver a su mamá, pero apareció su padre todo demacrado, triste que al verla tuvo que contenerse de llorar, venía con su abuelita paterna también triste eso a ella le extraño, siempre se los veía felices por verla, abrazo saludando a su abuelita, después a su padre que al abrazarla se soltó en llanto, ya no pudo soportarlo lloró con tanto dolor haciendo asustar a su hija que pregunto.

—¿Qué te pasa papi? ¿Y mi mami dónde está? ¿Y por qué lloras?

Marck se sentó en el suelo, su hija se metió entre sus piernas a mirarlo llorar y preguntaba ya ansiosa

—Papi, ¿mi mami? ¿Le paso algo a mi mami? ¡Papi, dime algo!

Él la observaba con tristeza, pensaba como explicarle que no vería nunca más a su mamá y dijo

—Tu mami… se… fue al… cielo amor —Jenna al escucharlo le entendió, pero sin creerlo y comento con dudas

—Mi mami… ¿Se… murió?, ¿se murió mi mami?… no papi, ¡eso es mentira!… Me estás mintiendo, mi mami no puede… ella me quiere, no… me va a dejar sola, ¡noooo, es mentiraaaa!

Y se fue corriendo a encerrarse en su cuarto, dejando a su padre llorando con más dolor todavía. La abuelita con mucha pena fue a tocar la puerta de su amada nieta diciendo

—¿Puedo entrar mi amorcito?

Se dio cuenta de que era su abuelita y contesto que sí, Carla abrió la puerta encontrándose con un cuadro lleno de dolor, su nieta estaba acostada en su cama llorando con una foto donde estaba ella con su mamá.

Se le acercó sentándose en la cama a acariciarle el cabello y entonces la niña balbuceo

—Abuelita, ¿por qué se fue mi mami? ¿Ya no me quiere?

Carla se sobresaltó al escucharla y pronto le respondió

—No es eso amor, ella te adora, pero tu mamá ya regresaba para acá y tuvo un accidente con el auto y no pudieron salvarla

Jenna al escucharla soltó el llanto diciendo

—Mi mami, quiero a mi mami, no quiero que se vaya, ¡no quiero!

Carla la abrazaba tratando de darle consuelo. Tocaron a la puerta principal, la nana de Jenna fue a abrir y eran los padres de Judith que recién se habían enterado, encontrando a Marck sentado en el suelo llorando a mares, Juliet y Marcus fueron a levantarlo, también lloraban, lo abrazaron, pues sabían del amor entre ellos.

—Marck, ¿sabes qué pasó con nuestra hija? Nos dijeron que fue afuera de tu empresa

Marck tenía los ojos enrojecidos de tanto llorar y solo atinó a decir

—Fue un choque, la… chocaron… yo llegué y la vi allí… murió en mis brazos… la vi morir (y lloro con tanto dolor que sus suegros volvieron a abrazarlo)… dijo que me iba a visitar de sorpresa… ¡Me dejo solo!… sin ella

Se quedaron abrazados unos momentos cuando se acordaron de su nieta y preguntaron

—Jenna ¿ya lo sabe?

Marck solo asintió con la cabeza volviendo a llorar de nuevo, Juliet se levantó del sofá y fue a la habitación de su nieta encontrándose allí a Carla, se abrazaron las dos y Jenna lloraba en su cama.

Juliet la abrazo muy fuerte y la chiquilla pregunto

—Abuelita, ¿mi mami ya no… regresará del cielo?

Escucharla, le dolió más en el corazón, perder a su hija y oír a su nieta con esperanza de algo que no se puede ya, pero le contesto.

—Jenna cuando… Dios la llama a su lado… es para darle un lugar allá y… puede cuidarte desde el cielo, amor, ella no sufre, es feliz con Dios.

Se calmó la niña con esa explicación, sus abuelitas sufrían al verla tan triste, mientras afuera estaba Marcus con su yerno abrazado, pues Marck no dejaba de llorar por su esposa fallecida, pero Marcus pregunto atribulado.

—Marck ¿Dónde vamos a velar a mi hija?

Su yerno lo miro triste y dijo

—Ya está todo listo, Marcus

Le dijo la dirección, todavía no la llevaban, pues estaba en la morgue, maquillándola para que no se le vea los golpes, lo llamarían para decirle que estaba todo listo.

Cuando todo estaba listo fueron todos los adultos para el sitio donde velarían los restos de Judith, Jenna se quedaría en casa con su nana, hasta el día del entierro, donde le dejarían despedirse de su madre.

Cuando llegaron Marck fue el primero en ir al ataúd a ver a su esposa, la vio allí acostada con sus manos entrelazadas, no se notaba los golpes, parecía que solo dormía, pero no pudo soportarlo y lloró diciendo.

—Judith, amor, te extraño tanto, me quede sin ti, sin tu amor

Allí estaba su esposo que la amaba tanto sufriendo por su ausencia y estaban ya todos sus socios y amigos empresarios mirándolo con pena, pues todos conocían su inmenso amor.

Dereck Black, el padre de Marck, estaba sentado con su esposa Carla sollozando también, su conciencia lo estaba matando, mirando a su hijo sufriendo y sabiendo que fue por su culpa.

Cuando Marck se alejó del féretro se acercaron a darle su pésame muchos de sus amigos, después fue a sentarse al lado de sus padres, su madre lo abrazo y allí quedo sollozando a su esposa.

Cuando llego el día para llevarla al mausoleo de los Black, Marcus fue por su nieta diciéndole que iban para despedir a su mamá, Jenna llevaba consigo un papel doblado en su bolsillo del vestido negro que llevaba puesto.

Después de la misa en el mausoleo, el féretro fue abierto para darle la última despedida, primero lo hicieron sus padres, después su suegra cuando fue Dereck se despidió pidiendo perdón muy despacio, cuando le toco a Jenna, primero miro a su mamá allí parecía dormida, saco el papel que había llevado y todos hicieron silencio para escucharla y la niña comenzó a hablar.

“Estoy triste, porque sé que ya no volveré a ver tu sonrisa. Esa sonrisa de madre que todo lo alegra. No volveré a escuchar tus dulces palabras y tus consejos sinceros y plenos de ternura. Estoy triste, porque a mi retorno, no habrá el abrazo y el beso de una madre, de mi madre.

No quiero sufrir más pensando que te fuiste de aquella forma tan inesperada, para darme consuelo trato de hacerme a la idea que solo te fuiste de viaje y que donde te encuentras estás muy feliz. Sé que de allá me cuidarás y verás todo lo que haré en esta vida y te prometo que haré que te sientas orgullosa de mí”.

¡Adiós, mamá!, te seguiré amando toda mi vida

La observo y le dio un beso volado, bajó de allí con sus ojos llenos de lágrimas.

Su padre la abrazo apretándola contra su cuerpo, pero no podía darle consuelo, pues Él mismo no podía hacerlo, la dejo con sus padres y fue a despedirse de su esposa.

“Como quisiera que todo esto fuera una pesadilla, y por más agua fría que me eche en la cara o me pellizque, me doy cuenta de que esta es mi triste realidad y no te tengo más en esta vida

Trato de imaginar que estás llegando a casa, que escucho tu voz que me llama desde la puerta de nuestra habitación, siento que estoy enloqueciendo de solo pensar que nunca más te volveré a ver.

Daría mi vida entera y pagaría todo lo que fuera, por volver a estar contigo, y compartir lindos momentos, pues la mejor etapa de mi vida, ha sido cuando he estado más cerca de ti. No tienes idea de cuánto te extraño

Te extraño con todo mi corazón, y aunque muchos digan que el ya no tener cerca a alguien, hace que lo olvides, yo te puedo asegurar que nunca te olvidaré, pues te guardo en lo más profundo de mi corazón, porque tu recuerdo es para mí el mejor de los tesoros, y lo cuidaré por toda mi vida.

Adiós, amor, me dejas y yo me quedo aquí sufriendo tu partida, nuestra hija me acompañará siempre para recordarme a ti”.

Se movió de allí para que pongan el ataúd en su bóveda, sus padres e hija lo abrazaron observando que se perdía ya de su vista y cerraban el sitio donde la metieron, su llanto se escuchaba en todo el mausoleo, pero trato de resignarse saliendo de allí, afuera todos le daban fuerzas para soportarlo, agradeció a cada uno de ellos hasta que solo quedaron ambas familias.

Subieron a los autos para regresar a casa, Marck sollozaba y decía

—¡Para qué m****a existe el dinero!, si no puedes hacer nada para ayudar a quien amas, la extraño… ¡El maldito dinero… no me sirvió de nada! ¡Maldición!

Eso lo dijo ya gritando y su madre dijo

—Hijo, cálmate por Dios, Judith ya descansa en paz, por favor tu hija… te está escuchando

Marck se había olvidado que Jenna iba junto con ellos y replico

—Perdona hija es que… la extraño mucho

Pero la niña era muy inteligente y sensible y acoto

—Te entiendo papi, yo… también la extraño mucho

Pero su abuelo a ratos observaba a su hijo con culpabilidad e iba muy callado.

Llegaron a casa, entraron para sentarse todos en la sala, Jenna abrazaba a su papá, le hacía mucha falta su mamá, Dereck miraba ese cuadro y no se aguantó de llorar, su conciencia estaba en conflicto, su esposa se levantó para abrazarlo y reconfortarlo.

Los padres de Judith también estaban muy tristes, estuvieron mucho tiempo allí tratando de serenarse, la nana se llevó a Jenna que se había quedado dormida en brazos de su papá que también se estaba durmiendo, a lo que su madre lo acompaño hasta su habitación para acostarlo, se quedó allí mirando a su hijo dormido, pensando en que desde que despierte mañana, tendrá que volver a su empresa, pues tiene obligaciones para con su hija, socios y demás empresas.

Dereck estaba con la conciencia tan alborotada que estaba decidido a contarle la verdad a su esposa, pero sería en su casa, solo esperaba que no lo odiara por eso, los otros abuelos se despidieron para regresar a casa, solo quedaron los abuelos paternos, salió Carla y le dijo a su esposo que su hijo dormía y que pensaba quedarse allí, que si quería también se quede o vaya a casa a descansar, pues debía irse a su empresa a dirigirla.

Eso hizo reflexionar a Dereck y solo respondió que iría a casa a descansar para irse a su empresa, se despidió de su esposa besándola y se fue, Carla entro a la habitación de su nieta y se acostó a su lado para dormir con ella.

En su casa Dereck cavilaba si decirle o no, pensaba en lo que su hijo le dijo que Él no pensaba acusarlo con su madre ni con su nieta, se sentó a pensarlo bien, pues si le confesaba eso a su esposa a lo mejor terminaría su matrimonio y pues Él si amaba a su esposa, pero el deseo carnal era muy fuerte en Él nunca había pensado en dejarla eso jamás.

Mejor hablaría bien con su hijo cuando amaneciera se fue a dormir, quedando la duda y confesión en «veremos».

Al amanecer comenzó una nueva vida en la familia Black, pues solo estaban padre e hija para seguir conviviendo juntos, Marck pidió a la nana si pudiera vivir con ellos para quedarse junto a su hija y no quede sola a lo que ella accedió, amaba mucho a Jenna.

La niña al despertar vio a su abuela junto a ella, sonrió, le acaricio el rostro haciendo que se despertara y le dijera con mucho amor.

—Buenos días mi florecita.

—Buenos días, abuelita

La abrazo unos momentos sintiendo ese cálido afecto de parte de su abuelita. La puerta se abrió dando paso a Marck que entro a saludar a su hija y madre

—Buenos días, mamá, buenos días, preciosa

Jenna abrazo muy fuerte a su padre

—Buenos días, papi, ¿te vas a ir? —

Su padre la miro muy sereno y acoto

—Si mi vida, debo ir a trabajar, pero trataré de llegar más temprano amor, Alice se va a quedar a vivir con nosotros

Eso, alegro mucho a la niña, porque adoraba a su nana

Bien, pues comienza una nueva vida para padre e hija, tenían la ayuda de la nana que ayudaría a llenar un poco el vacío dejado por su dulce madre, solo quedaba la conversación padre e hijo para finiquitar la duda de Dereck y así quizás terminar con lo acontecido con Judith.

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