Nunca te decepcionaré
Tras cinco años de matrimonio sin sexo, me llegó un mensaje de una reserva de hotel de mi esposo con otra mujer.
Al segundo siguiente, alguien envió al grupo de chat del trabajo varias fotos en las que aparecía yo con ropa sensual para seducir a mi esposo, quien me rechazó con frialdad.
Seguidamente, aparecieron comentarios burlones:
"Esta mujer obligó al CEO, Javier Cano, a casarse con ella, pero él mantuvo su pureza después de dejar a su verdadero amor."
"El CEO la aguantó cinco años, es comprensible que no pueda aguantar más y se reencuentre con su amada."
Mi padre, ya de por sí enfermo, no soportó las noticias y falleció, pero mi esposo ni siquiera apareció en su funeral.
Esa noche, me arrodillé frente la madre de Javier y le propuse nuestro divorcio.
-Al principio, usted dijo que yo era la persona destinada para Javier, que casarnos le aseguraría un futuro brillante, y acepté al acuerdo de cinco años porque usted aceptó pagar voluntariamente un tratamiento médico de precio exorbitante. Ya que el plazo se ha cumplido, debe dejarme ir.