Después de conducir unos cientos metros de kilómetro, el coche al fin se estacionó enfrente de la Villa.
Sebastián salió del auto, y ayudó a Isabela y dijo ten cuidado, Fabio y Ryan ayudó a Sebastián a sacar a Isabella del auto, sus cuerpos parecían desmoronarse.
Sebastián soportó el dolor y caminó por sí mismo, fingiendo no verse afectado para no preocupar a Isabella, pero ella vio la sangre que se filtraba entre su espalda.
Isabela solo tenía una herida superficial en la frente, ya su sangre había coagulado cuando entraron a la villa.
El doctor Saúl Montero ya los estaba esperando, en la sala.
Sacó rápido una bolsa médico, empezando a proporcionar primeros auxilios para las heridas de todos.
Al ver sus estados desaliñados no pudieron evitar sentirse desconsolados, Isabella se limpió la sangre de su frente haciéndole pensar a Sebastián que no era de gravedad.
En ese momento Sebastián recibió una llamada, para informarle de la investigación en el edificio abandonado.
La policía tam