Ryan corrió a casa, llegando para encontrar a papá en mi cuarto, agarrando mi diario.
Lo abrió a la primera página, y sus manos comenzaron a temblar.
“17: Décimo cumpleaños. Toda la familia se olvidó. Solo el ama de llaves recordó y me compró un pastelito.”
“23: Ella se cortó con un papel. Mamá y papá se quedaron despiertos toda la noche con ella. Yo tenía un hueso roto y tuve que quedarme en cama sola.”
“32: Gané primer lugar en la feria de ciencias de la Manada, pero mamá y papá fueron a ver las pruebas de caza de Ella.”
Página tras página, era una letanía de decepciones.
Noventa y nueve entradas, desde la infancia hasta ahora.
Cada una estaba fechada, un relato detallado de su negligencia.
Los tres se apiñaron alrededor del diario, lágrimas corriendo por sus rostros.
“45: En la Ceremonia de Despertar del Linaje, me convertí en el lobo gris más común. Papá estaba tan decepcionado que se dio la vuelta y se fue sin una sola palabra de consuelo.”
“48: Nuestro aniversario. Ryan pasó el d