Conner se congeló, mi nombre un susurro ahogado en sus labios, pero papá fue el primero en reaccionar.
Su expresión atónita se retorció en una mueca de disgusto.
—¡Sophie! ¿Estás loca? ¿Ya tuviste suficiente de esto? ¡Hacer un truco así solo para llamar la atención!
Mamá se unió, su voz cortante. —¡Levántate! ¿Tienes idea de lo asquerosa que te ves? ¿Te rebajarías a fingir estar muerta solo para robar el protagonismo de Ella?
Mi espíritu flotaba a su lado, observándolos gritarle a mi cadáver frío.
Todavía no creían que estaba muerta. Pensaron que esto era solo mi última estratagema para buscar compasión.
Conner finalmente salió de su trance. Se acercó y pateó mi brazo impacientemente con la punta de su bota.
—¡Deja de actuar! ¡Levántate!
Mi cuerpo se movió ligeramente en el suelo, pero por lo demás, seguía inmóvil.
Eso lo hizo explotar.
—¡Dije que te levantes! —rugió Conner, y su siguiente patada hizo que mi cuerpo rodara. El impacto reveló la herida fatal en la parte posterior de mi c