Cap. 24 Momento de Brillar.
—Estabas tardando mucho —Como siempre mi bella cuñada quejándose.
—Con esta mano así se me dificulta hacer todo.
—Pero ¿aun así insistes en ir a la celebración? Estarás como una inútil, terminarás siendo un estorbo para Carlo. Él necesita estar saludando gente, haciendo negocios, no cuidándote.
—No seré un estorbo, mi mano solo debe estar fija y nada más. No puedo faltar a la celebración de la empresa de mi padre. No puedo faltar, será la representación de él, la manera en que la gente vea que él sigue presente en mí, eso les da seguridad a los viejos inversionistas.
—Mírate, estás sacando tu lado egocéntrico, tu verdadero motivo, claro, nunca has dejado de ver a mi hermano como un simple empleado de tu empresa. Lo que se te olvida es que gracias a él es que no te has ido a la ruina.
—No, las cosas no son así, no me mal intérpretes, y justo porque ha sido Carlo, el que ha llevado la empresa, creo que lo que menos que puedo hacer como su esposa es estar ahí a su lado, demostrando que