Cap. 2 Triste vida.

—¿Ya está la cena? —Carlo, al entrar es lo primero que pregunta —No entiendo que pasa contigo antes cuando llegaba la cena ya se encontraba en la mesa y ahora ni siquiera has terminado ¿no se en que estes perdiendo el tiempo? Que cada día tardas más. Recuerda que tengo horarios estrictos —Como siempre de mal humor, con reclamos ¿horarios estrictos? Eso no lo dice cuando sale a sus viajes y llega de madrugada a su habitación.

—Ya está la cena, ve a lavarte las manos mientras te sirvo —No digo más porque una palabra y esto sería un drama.

—¿Y Liam? Llámalo para que baje a cenar.

—Liam, ya ceno y está terminando sus deberes. Le dio hambre temprano y le prepare unos emparedados.

—¿Cómo que ya ceno? ¿Por qué no espero para cenar con su padre? Llámalo y que baje. No sé qué le pasa a todo el mundo en esta casa que hacen lo que quieren. Emparedados, porquería es todo eso, anda dile que baje y cene cosas nutritivas, con esas comidas será un cerdo dentro de poco, ve tu como te has puesto y eso es seguro porque a mis espaldas comen cosas no deben.

Justo a esto me refería cuando dije que estoy harta, él solo llega para reprochar y humillarme, nunca se le da gusto con nada. Pensé que hoy podría librar a Liam, de soportar a su padre, pero no es así.

—Liam, cariño baja a cenar tu padre quiere verte.

—No mami, por favor me dijiste que ya no tendría que cenar —Mi pobre hijo sufre, su padre es tan estricto con él.

—Pero tu papá quiere verte, te extraño todo el día y solo quiere compartir un momento contigo.

—No, eso no es verdad, él solo quiere ver que coma lo que el quiere, que le diga si hoy tuve notas altas. ¿Y si le dices que ya me dormí? —Me duele ver sufrir a mi hijo, no salió de mi vientre, pero lo he criado desde que tenia dos años y lo amo, es mi adoración, mi hijo. 

—Bien entonces corre a la cama y yo me encargo de papá ¿ok?

—Gracias mami, te amo —Me da un beso en la mejilla y corre a su cama. Es mi razón de vivir.

—Liam, ya está durmiendo. Debió terminar agotado con tantos deberes de la escuela.

—Pues espero que valga la pena el esfuerzo, no quiero un mediocre en casa. Y de ti depende que eso no pase, si ese niño flojea es porque tu lo consientes.

No digo más y solo le sirvo la cena, estoy tan cansada de sus desaprobaciones de sus insultos, de nunca darle gusto en nada.

—Esta ensalada está muy insípida, estas perdiendo tu toque.

No digo nada y sigo comiendo en silencio, mientras lo observo. Sigue siendo extremadamente guapo, con un gran porte y elegancia, sigue teniendo todo eso por lo cual caí rendida a sus pies.

Recuerdo perfectamente la primera vez que lo vi, venia llegando de la universidad, cuando entré a saludar a mi padre ahí estaba él, tan varonil, tan serio. En cuanto entre sentí su mirada y sentí que moría de los nervios.

Salude a mi padre, quien me lo presento como uno de sus nuevos socios, al momento que nuestras manos se tocaron al saludarnos, sentí como una corriente eléctrica recorriendo por todo mi cuerpo.  

Desde ese momento mi corazón le perteneció, ansiaba cada reunión que mi padre tenía en casa con sus socios, para así poder observarlo. Soy tan tonta que siempre me descubrió observándolo.

El día de mi graduación gracias a él fue un día inolvidable, no esperaba mucho de ese día, mi padre siempre tan estricto y cuidadoso de las buenas apariencias, solo hizo una cena con sus socios, nada de que yo pudiera invitar a alguien y bueno no es que tuviera a quien invitar siempre he sido muy tímida, siempre fui a colegios religiosos solo de mujeres y por mi timidez nunca logre tener amigas, siempre estuve sola. Mi madre murió cuando era una niña y mi padre solo se dedicó a trabajar y conmigo era tan estricto, nunca una palabra de amor, solo exigencias.

Pero esa noche mi vida tuvo sentido, por fin algo que me ilusionaba, sentir sus miradas, recibir un par de sonrisas de su parte fue lo más maravilloso que había recibido en la vida. Ese día esperaba siquiera una felicitación por parte de mi padre, pero no llego nunca, solo fui el motivo para una reunión más de negocios.

Sabía que todo seria así, así que no me ilusionaba, solo esperaba escabullirme en la primera oportunidad, pero al ver llegar a Carlo, todo cambio y más cuando me obsequio un bello arreglo de graduación, era un bello peluche el cual aún tengo guardado y un ramo de flores, las primeras que recibía en mi vida.

Pero ahora creo que todo fue mentira que él nunca se sintió atraído por mí, si no solo fue parte de sus negocios, una manera de acercarse más a mi padre. Toda esa dulzura que al principio me mostro simplemente se esfumo y ahora solo tenemos esto, esta es mi vida, mi triste y asfixiante vida.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP