CAPÍTULO 18

—Creo que metí la pata, y feo —dijo el hombre al teléfono—, me apresuré por miedo a perderlas también, y ahora no sé qué hacer con dos niñas que no me quieres y que pronto me odiarán, de nuevo, por alejarlas de la mujer que aman como a su madre. ¿Qué debería hacer?

—Revisar la diferencia horaria entre Guadalajara y Londres —gruñó con molestia una joven de cabello oscuro y ojos claros—. Son las cuatro de la mañana y estaba durmiendo, Benjamín.

—Es que no tengo con quién hablar, y no creo poder dormir sin una respuesta medianamente aceptable —dijo el joven, sonriendo por el gruñido que recibió en respuesta—. Sabes que mi madre no se interesará en esto, y a mi padre no le hablo, mi hermano mayor está muerto y mi única amiga de verdad está en Londres.

—Lamento lo de tu hermano —declaró Enriqueta, una mujer de treinta y dos años que había crecido junto a ese joven que la llamaba su mejor amiga, y a quien ella consideraba más bien un hermano menor muy molesto—, pero no me importa si duermes
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App