Capítulo veintiséis.
Narra Daniel.
Todo lo que Jack me dijo me tiene conmocionado, yo seria incapaz de hacerle daño a Mariam, la amo, y daría la vida por ella, sin ella yo no soy nadie ¿cómo se atreve a pensar? Que yo quería que esto pasara.
Mi madre llega muy preocupada — Daniel hijo ¿cómo estás? ¿Cómo te sientes?
— Bien mamá, estoy bien, no fue nada grave. — respondo.
— Perdón hijo, por llegar a esta hora, pero mamá ya está aquí para ayudarte.
— Gracias mamá.
— Te quiero hijo, supe que Mariam también estuvo en este accidente, sabes ¿cómo se encuentra ella? — me sorprende su pregunta, no creí que lo fuera hacer así que la miró, para ver si no he escuchado mal.
— No me mires así, y tampoco usted — le dice a mi abuelo.
— Bueno creí que estarías feliz de saber que ella está mal, sé muy bien que Mariam no es de tu agrado.
— Bueno si hijo, pero es la mujer que amas, que puedo hacer.
Mi abuelo no dice nada y yo le digo todo lo que medio se, excepto de que me culpan por todo lo que he pasado. Ella está