Capítulo cuatro.

Antes de salir de nuestro nuevo puesto de trabajo él se dirije a nosotras.

— chicas, con todo esto no me presente adecuadamente con ustedes, yo soy el vicepresidente de esta empresa, nuestro presidente está en un viaje de negocios y llega la próxima semana. — eso no me lo esperaba él señor Wilson solo nos dijo que nos presentaríamos con él y deduje que el era nuestro jefe, resulta que me equivoque.

— No se preocupe señor Beckham entendemos la situación, supongo que esta muy ocupado. — dice Mel, y el sonríe.

—Así es, me tengo que ir, por cierto la antigua contadora llegara en unos minutos para entregarles todo, las dejo para que se adapten a su entorno.

Él sale de nuestra oficina, mientras esperamos a la antigua contadora.

—¿Cómo crees que sea nuestro jefe? — me pregunta ella.

— Hmm... No lo sé, mientras no sea un hombre prepotente y arrogante que sienta que todo lo sabe, para mí está bien. — ella ríe.

— ¿y si es un viejo cascarrabias? o un apuesto joven. — río por su comentario — no todas las personas de edad son malas, la prueba es mi padre y el señor Wilson.

— vaya, sabía que dirías eso, pero pues es qué a ti siempre te trato como una hija.

— ¿acaso eso es mi culpa? — le pregunto, y ella sonríe y niega con la cabeza.

— por supuesto que no, eres una chica linda y muy buena que se da a querer. — ahora la que sonríe soy yo. Pronto nos vemos interrumpidas por una mujer, muy bonita y elegante por cierto, piel blanca ojos azules y con un bonito cuerpo, pero no le deja nada a su carácter arrogante, presumida que siente que ella lo sabe todo y tal vez en cierto modo así es, pues su trabajo es impecable, ella nos entrega todo, y nos da una mirada que no se como interpretarla, sale de nuestra oficina, como si nosotras fuéramos una peste.

— hay pero que arrogante, es esa mujer, se cree la última coca cola del desierto. — río por eso, esta mujercita siempre me hace reír.

— bueno, no importa ella no nos molestará, así que no hagas corajes. — le digo y ella asiente.

Nos disponemos hacer nuestro trabajo, ingresando las cuantas de la filial de California y todas esas cosas, no he de negar que me intriga un poco saber como es nuestro jefe, y de verdad espero que no sea una persona arrogante y sin sentimientos, odio a las personas que son así.

*********

Nuestra primer semana trabajando, ha terminado. Hemos estado muy ocupadas, a pesar de que las tres vivimos juntas, no hemos podido charlar muy bien que digamos, Mel y yo ya estamos muy cansadas y Por fin es viernes y ya es la hora de la salida, Natalia viene a buscarnos para irnos a casa, no hemos tenido tiempo de salir y disfrutar de Londres y mañana será el día.

Vamos en el auto directo a casa, en total silencio hasta que Natalia lo rompe. — chicas que creen. — ¿Qué? — preguntamos al unísono Mel y yo.

— resulta que una de las chicas nos platico a Emma y a mi de el jefe, dicen las chicas que es muy apuesto, y es soltero, que no es una mala persona, pero que deducen que su estado de ánimo se debía a su ex esposa, que por cierto era la contadora de este lugar.

Mel y yo nos miramos y Mel habla. — ¡¿Qué?! Esa mujer arrogante era la esposa del jefe.

— si, así es, dicen que nadie la quería, pero por ser la esposa del jefe, la respetaban, ha y por qué se lleva muy bien con su ex suegra

— y al menos te dijeron el nombre de nuestro jefe. — pregunta Mel y Natalia suspira.

— no, ellas no quisieron decirme su nombre, lo que si me dijeron es que, se ara una reunión para celebrar las negociaciones que él hizo, porque esas generarán mucho más ganancias para la empresa.

— bueno tendremos que esperar hasta el lunes. — les digo yo, pero Mel no se queda callada.

— mientras no sea un viejito cascarrabias todo esta bien, me conformó con un jefe como tu hermano o como el señor Beckham - las tres reímos y llegamos a casa a descansar mañana serán un gran día para mi, para las tres.

***

— vaya Natalia, este lugar es espectacular, y el ambiente está de lujo, hoy vamos a divertirnos - le digo sonriendo, de verdad tengo unas inmensas ganas de bailar y divertirme.

— oye, ¿donde has dejado a mi amiga Mariam? Porque esta mujer que tengo enfrente es otra. — dice Natalia haciéndome reír aún más.

— me da gusto Mariam que por fin dejes las ataduras y quieras vivir la vida. — dice Mel y tienen razón.

— descubrí que vida solo hay una, y hay que disfrutarla al máximo.

— bueno, al menos algo bueno salió de ese fallido compromiso, me gusta la mujer que veo Mariam de verdad me da gusto.

Les giño un ojo y entramos al lugar el ambiente está a todo lo que da, las tres nos sentamos en una mesa y pedimos nuestras bebidas, bueno en realidad nuestros primeros shots.

Poco tiempo después se nos une Camil, Emma, Darío y Luis.

— vamos a bailar. — dice Natalia, y a mi, no me lo dicen dos veces y nos vamos a bailar. Movemos el esqueleto, como si fuera nuestra última noche, yo en lo personal amo bailar, Darío y Luis parecen no cansarse, nos invita a bailar así que no paramos de hacerlo, después de un rato me quedo sentada en la mesa descansando un poco mientras los demás siguen bailando, me pongo a pensar en algunas cosas mientras me refresco con una bebida hasta que una voz un poco familiar me saca de mis pensamientos.

— hola señorita Johnson, disfrutando un poco de la noche. — volteo inmediatamente a la voz y me encuentro al señor Beckham.

— buenas noches señor Beckham, no creí encontrarlo por aquí. — digo un tanto sorprendida.

— vamos señorita Johnson, a mi también me gusta divertirme y relajarme un rato. — le sonrío, pues tiene razón.

— y ¿sus amigos? — pregunta él.

— en la pista de baile, pero ¿gusta acompañarnos en nuestra mesa? — le pregunto y él me contesta de inmediato.

— Claro mi amigo no quiso acompañarme así que estoy solo, seria un placer convivir con ustedes. — él toma asiento y comenzamos a charlar, es un poco extraño, porque platicando con él me siento en confianza, es como si lo conociera desde hace mucho tiempo.

Mis compañeros regresan después de un largo período de baile.

Mel y Natalia, se sorprenden un poco, Luis se sienta a mi lado y saluda al señor Beckham, pero a él como que no le gusta que le hablemos muy formalmente y arruga su ceño. — chicos por favor no me llamen tan formal, estamos aquí para disfrutar no en la oficina. — todos nos miramos y a sentimos. Pasamos una agradable noche, bailando, platicando, contando chistes todo estuvo de maravilla. Salimos del lugar a las cuatro de la mañana y estoy muerta, llegamos casa a dormir un rato por suerte es domingo, no me gustaría llegar al trabajo con resaca.

— hola. — les digo a mis amigas son las once de la mañana, y tengo un pequeño dolor de cabeza.

— hola, yo quiero saber. No, queremos saber como fue que el señor Beckham terminó en nuestra mesa.

— ni yo lo sé, el llego y lo invite dijo que su amigo no quiso acompañarlo, y que estaba gustoso de podernos acompañar. — digo encogiendome de hombros, ellas se miran.

— si pero estaban muy conversadores, chance y el señor Beckham sea el afortunado esta vez. — las miro y de verdad no sé que tienen estás mujeres en la cabeza.

— piensan demasiado, además sentí una conexión extraña con él, es como si lo conociera desde hace mucho tiempo.

— Hmm... Esta bien te creeré. —dice Natalia, me voy a mi habitación a darme una ducha, después de salir me visto cómodamente para pasar el resto de la tarde, pero mis planes se ven frustrados ya que recibo una llamada de Jack Beckman.

— hola Mariam, disculpa por llamarte, pero me gustaría saber, si te gustaría salir conmigo esta tarde. — me quedo sorprendida por la seguridad con la que me habla.

— yo... No sé, que decir. — y es la verdad digo es un buen conversador.

— me gustó platicar contigo solo quiero, platicar anda Mariam, di que si. —suspiro. — esta bien. — respondo y lo escucho sonreír.

— gracias puedo pasar por ti si gustas, has estado muy ocupada, así que creo que no conoces mucho de Londres. — no lo discuto dos veces y le mando la dirección de mi departamento, me arreglo, con unos jeans color verde militar, una blusa blanca de manga larga, una chamarra de cuero negra, con unas botas largas y altas, me maquille lo más natural no soy muy fan del maquillaje y dejo mi cabello suelto. Salgo a la sala y mis amigas me miran de pies a cabeza.

— ¿a dónde vamos tan guapa? — pregunta Mel y yo río.

— me han invitado a salir, así que dije que si, nos vemos en un rato — en ese momento me llega el mensaje de que Jack ya me espera y bajó enseguida, y de seguro mis amigas están chismosiando por la ventana.

Subo a su auto y nos vamos, llegamos a un museo y es como si él supiera lo que me gusta.

—sorprendida. — me dice y yo asiento con la cabeza.

— bueno a mi en lo personal me gustan este tipo de lugares y que mejor aun mostrárselo a alguien que apenas está conociendo Londres. — le sonrío.

— yo... A mi también me gustan este tipo de lugares. — él sonríe.

— sabía que te gustaría, y llámame loco pero siento una conexión extraña contigo. — dice él.

— yo también siento lo mismo, es increíble como es que tenemos ciertas cosas en común. — los dos reímos por eso y seguimos con la platica.

— Y dime Mariam, como es que una mujer tan hermosa como tú, anda por estos lugares, digo me sorprende que no tengas novio ni nada de eso.

Yo río. — el comal le dice a la olla, yo aun no puedo creer que seas soltero.

— oh vamos Mariam, si no estoy tan viejo, solo tengo treinta años, próximo a cumplir los treinta y uno, además creo que el amor no está hecho para mi no tengo suerte, la mayoría de las mujeres con las que he salido solo les importa una cosa, el mugre dinero, como si eso lo fuera todo en la vida.

— creo que has escojido mal, no todas son así, hay mujeres que de verdad se fijan en los sentimientos de una persona, pero por lo regular estamos feas o gorditas, unas más que otras y pues no nos pelan por eso.

— No bromees, tu no eres para nada fea. — yo sonrío.

— esta bien tu ganas, pero aunque no lo creas ya somos dos, yo tampoco tengo suerte en amor hace tres semanas estuve a punto de casarme, pero descubrí a mi prometido con otra, y obvio no me case, me dolió tanto su traición que cuando me dijeron que tenía la oportunidad de trabajar aquí la tomé.

— vaya me has dejado mudo. — sonrio.

— no te preocupes ya lo estoy superando, no hay nada mejor que el trabajo y unos buenos amigos para olvidar.

— bueno eso si, tienes razón y ese idiota que te engaño se arrepentirá, por haber perdido a una gran mujer. — me sonrojo un poco ante lo que dice y rápidamente cambiamos de tema, hemos pasado una gran tarde, me agrada su compañía antes de llegar a mi departamento lo noto nervioso así que lo hago a que hable.

— hay algo que quieras decime. — le digo y él se muerde el labio inferior.

— si, bueno quería saber si podrías ayudarme mañana temprano, mi amigo llega a las ocho, y pues quiero hacer una reunión para presentarlos ¿podrías llegar temprano para ayudarme? — lo pienso por un momento

— Hmm... Esta bien, no te preocupes yo te ayudo con gusto. - digo y él sonríe. Llegamos a mi departamento yo me despido de él y no se va, hasta que me ve entrar.

Llegó a mi departamento y tal como me lo esperaba mis amigas me están esperando.

— ¿Cómo te fue? ¿Él señor Beckham y tu son algo? ¿Ya son novios? — las preguntas de mis amigas me marean, por dios que demonios piensan que soy, estas mujeres me volverán loca.

— Haber, haber en primer lugar ya les dije que entra Jack y yo solo hay una conexión extraña solo eso, y en segundo, no estoy para nada lista, como para comenzar otra relación, lo de samuel solo tiene tres semanas, por quien me tratan.

Las dos se miran — tienes razón, te conocemos y no eres esa clase de mujer que, deja a uno y ya anda con otro, pero ya hasta lo tuteas.

— gracias y sabes que no le gusta que le digan señor y nos lo dijo ayer, y si no les molesta me iré a descansar porque mañana me iré temprano.

— ¿Que? ¿Por qué tan temprano? — Trato de no rodar los ojos, por sus preguntas — Jack me ha pedido que lo ayude a arreglar la sala de reuniones para el jefe, mañana llega.

— oh si, ya lo recuerdo ¿podemos ayudarte?

— si, claro si quieren irse temprano, claro que pueden.

— bien. — dicen las dos y nos vamos a descansar mañana será otro día y por fin conoceremos a nuestro jefe.

*****

Aquí estamos en la oficina arreglando la sala de juntas, para nuestro jefe algunos compañeros también han llegado temprano y han traído algunas cosas, Jack le pidió a Natalia que lo ayudara con los bocadillos, ella y la secretaria de Jack fueron por ellos, el jefe no tarda en llegar, estoy un poco nerviosa no quiero un jefe arrogante y prepotente, de verdad espero que no sea así.

Después de un rato veo llegar a Natalia y Madison llegan con los bocadillos, Jack nos dice a todos que el jefe ya está aquí y para mi mala suerte me dan ganas de ir al tocador, así que salgo sin que nadie se de cuenta, llego al tocador y hago mis necesidades, después de lavarme mis manos y arreglarme un poco salgo para la sala de reuniones.

— Mariam ¿donde demonios estabas? El jefe ya llegó y el señor Beckham preguntó por ti, pero oye el jefe esta buenísimo, esta que se come solo.

— Natalia por dios, que cosas dices. — le digo yo y ella pone su cara de inocente.

—¿Qué? no es mi culpa, de verdad que esta muy guapo, nada que ver con el señor Beckham o tu hermano.

— oye mi hermano es muy guapo, solo lo dices por que Katie te lo gano.

— bueno, bueno si, en eso tienes razón, pero el jefe no se queda atrás, también tiene lo suyo. — niego con la cabeza estoy a punto de decir algo más, pero Jack me interrumpe, pues empieza a hablar.

— Buenos días a todos es un gusto que todos estén aquí, sin ustedes no seríamos lo que somos ahora, de verdad muchas gracias por todo el apoyo y su arduo trabajo, nuestro CEO ha regresado con muy buenas noticias, ha logrado conseguir un excelente trato que nos beneficiará a todos, esta reunión es para celebrar y para darle la bienvenida a nuestros colaboradores de California, espero que todos se lleven muy bien, recuerden que somos como una familia, salud por eso.

Todos alzan sus copas incluyéndome desde donde estamos no alcanzó a ver al jefe, me resignó, hay mucho tiempo para conocerlo, Natalia, Mel y yo platicamos mientras los demás también lo hacen.

— Mariam ahi viene el señor Beckham con el jefe, ha por cierto ya se como se llama.

— a si y ¿cómo se llama? — le preguntó, pero Jack llega hasta nosotras, yo estoy de espaldas y veo como los ojitos de mis amigas se tornan tiernos como si vieran lo más hermoso que hay en esta tierra.

— hola Natalia, Melody y Mariam, les presento a Daniel Harrison el ceo de esta compañía.

Volteo y veo a mi jefe, el es, no, demonios, m*****a sea, esto tiene que ser una m*****a broma de todos los hombres del mundo tenía que toparme con él, ¿por qué ? Es esto es a caso una mala broma del destino o que — aún así tiendo la mano a mi jefe- mucho gusto señor Harrison, es un placer conocerlo. — él me ve y parece muy, muy, pero muy sorprendido de verme, porque no dice nada. Quito mi mano de la de el. Me apartó de la chicas y me acerco a Jack.

— será posible que me puedo ausentar por una hora. — él mira a su amigo, y me mira a mi - claro Mariam adelante - le agradezco y salgo de ahí.

—Demonios, esto si que es una mala jugada de la vida, de verdad aún no puedo creerlo que mi jefe sea él. De todos tenia que ser él, el hombre que extrañe durante tantos años, él hombre que me abandono, él hombre que juro regresar por mi y no lo hizo el hombre que se llevó mi corazón con su partida. — sin poder evitarlo mis lágrimas se dan paso por mis ojos, y no sé cómo le voy hacer, con él siendo mi jefe.

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