Capítulo cinco.

Después de vagar por un parque cerca de la oficina regreso al edificio, pero ya no voy a la sala de reuniones, me voy a mi oficina a pensar. — ojalá que no me haya reconocido, aunque yo de inmediato lo reconocí. Como olvidar su porte, esa mirada su cuerpo que aunque ya es más maduro, se sigue biendo igual de guapo. — niego con la cabeza, ante mi pensamiento, solo espero, de verdad espero que él a mí no, a pesar de su reacción, estoy reacia a creer que el me reconoció, después de todo, todos cambiamos y yo cambie, no creo ser la única mujer con mi nombre y apellido, además si no me busco durante tantos años, es obvio que ya me olvido.

Narra Daniel.

Hoy voy a la empresa después de mi viaje de negocios, el cual me fue muy bien por cierto. Jack insistió en hacer una reunión con todos los empleados, incluyendo a los que llegaron de California, no he tenido tiempo de ver el curriculum de ninguno, pero estoy seguro que el señor Wilson, mando a los mejores, después de todo él y mi abuelo se llevan muy bien.

Llegué desde el sábado en la tarde, Jack insistía en que fuéramos a divertirnos un rato, pero la verdad no tenia ganas de nada, después de mi divorcio, no desde antes de casarme mi temperamento cambio, creo que el haberme casado con Samantha fue la peor decisión que he tomado en mi vida, bueno a decir verdad la segunda. Si en aquel entonces hubiera sabido que jamás volvería a verla, nunca me hubiera apartado de su lado, han pasado ya diez años desde aquella partida, recordar su carita hermosa y sus lágrimas al verme partir, aún hacen que mi corazón duela, creo que nunca deje de amarla y estoy seguro que nunca lo haré, ella supo entrar hasta lo mas profundo de mi corazón, pero jamás entendí, porque ella nunca contestó ninguna de mis cartas, tampoco llamadas, hasta que su madre me dijo que ella había dejado Estados Unidos para irse a estudiar. Cuando la señora me lo dijo, mi corazón dolió, no entendía porque ella había tomado esa decisión, si habíamos acordado que yo regresaría por ella. Siempre supe que la señora Alice no me quería, porque ella misma me lo dijo, fue clara conmigo, ella me dijo que yo no era digno de Mariam, que era poca cosa, que no podía compararme con ellos, pues ellos tienen dinero, es por eso qué cuando mi madre me dijo que teníamos una oportunidad de crecer aquí no lo dude ni un segundo, yo quería demostrarle, que por Mariam haría cualquier cosa, con tal de estar a su lado, sin saber que esa decisión cambiaría nuestras vidas para siempre.

Al llegar a Londres, mi madre me dio la noticia que venía a tomar el lugar de mi abuelo en la empresa. Podrán imaginar como me sentí, ni siquiera conocía a mi abuelo, yo solo tenía veintiún años y hacerme cargo de una empresa multinacional fue algo difícil para mi, pues estaba casi al borde de la quiebra, afortunadamente logré sacarla a flote unos años después. Logré hacerla la mejor empresa de todas, y dejar el nombre de mi familia en alto.

El saber que Mariam se había ido y que ya no podía comunicarme con ella me dio las fuerzas, para seguir, creí que después podría ir a buscarla y demostrarle lo que pude hacer, pero no siempre pasan las cosas como uno quiere, mi abuelo enfermo y ya no pude salir de aquí, y me olvide de esa posibilidad, pensando en que si ella no contesto ninguna de mis cartas, eso significaba que en realidad ella dejó de amarme, me dedique a cuidar de mi madre y abuelo, ya que mi padre falleció cuando yo tenía doce años, solo éramos los tres, hasta que conocí a Samantha, en un principio no quería aceptar casarme con ella, pero mi madre me convenció de alguna manera de hacerlo, pues ella tenía razón.

Flashback

— Daniel hijo, tienes que hacer tu vida y olvidarte de esa mujer, ya suficiente has sufrido por ella. Esa mujer no te merece, nunca contestó tus cartas ni llamadas, eso significa que nunca te quizo. Tienes que ser feliz al lado de una buena mujer como Samantha.

— ya basta mamá, sabes que amo a Mariam, no importa las circunstancias de nuestra separación, siempre voy a amarla.

— Daniel por dios, no te cierres a estar pensando en ella, si a ella no le importas. Hazme caso hijo veras que si le das una oportunidad a Samantha, la olvidarás y serás muy feliz.

Fin del flashback.

Le hice caso creyendo en sus palabras, pensando en que tal vez, solo tal vez, mi madre podría tener razón, pero no, ella se equivoco, porque por mas que lo intente, jamás pude olvidarla. Tres años, tres años fue lo que duró mi matrimonio. Samantha al igual que mi madre, creía que podría llegar a amarla, pero eso no fue así, Samantha es una hermosa mujer, eso no lo puedo negar, pero en miente siempre estuvo ella y solo ella, no importaba las veces que yo besara o le hiciera el amor a Samantha, en mi mente siempre estaba ella.

Samantha es una mujer muy lista, se dio cuenta rápidamente que no había posibilidad de que yo la llegara amar, se dio cuenta que no había lugar en mi corazón para ella y se resignó, pero aún así seguimos juntos, nuestra vida se volvió rutina, hasta que un día llegue a casa, después de un viaje de negocios y ahí estaba ella con su amante. Fue ahí cuando decidí mejor divorciarme de ella, ni ella era feliz conmigo ni yo con ella, los dos lo sabíamos, pero ya nos habíamos acostumbrado a estar juntos. Mi madre se oponía a eso, pero ya no había vuelta atrás, mi decisión estaba tomada, y Samantha también se opuso por un tiempo y después aceptó y así fue como me libre de ese absurdo matrimonio.

Cuánto daría por verla de nuevo y preguntarle si todo lo que ella me decía fue mentira, porque por mi parte sé que ella es mi único y verdadero amor.

Me levanto de la cama, para darme una ducha, y poder llegar a la oficina, y conocer a los nuevos miembros de nuestra empresa. Llegó al edificio y me sorprendo, Jack se ha lúcido, la sala de reuniones está bien decorada y todos los empleados están aquí. Entro y todos me saludan, Jack se acerca a un grupo de chicas y pregunta por una, pero le dicen que llegará en unos segundos. Después de unos minutos, Jack toma la palabra y agradece el esfuerzo de todos los empleados, hace mención del contrato que acabo de firmar en el extranjero, que nos traerán muy buenas ganancias, también menciona al personal que ha venido de California, dándoles la bienvenida, después de que él da su discurso e invita a todos a brindar me lleva de nuevo con él. Lo veo muy emocionado, hace tiempo que no veía esa faceta en él.

— hola Natalia, Melody y Mariam, les presento a Daniel Harrison el ceo de esta compañía.

Hay una que está de espaldas a nosotros, pero Jack a dicho Mariam. La chica se voltea y yo me quedo de piedra.

— Mucho gusto señor Harrison, un placer conocerlo — dice ella, y yo me quedo mudo. Esa voz, esa voz es la de Mariam, mi chaparrita hermosa, y ella se llama igual que mi chaparrita, Dios de verdad es ella.

Ella se acerca a Jack y le dice algo, veo que son algo íntimos, lo cual me sorprende, Jack no es así con nadie, él me mira y luego la mira a ella le dice que si, y ella sale del lugar, y yo me quedó pensando, realmente es Mariam, su voz y su actitud me dicen que es ella, mi chaparrita no sabes cuanto te he echado de menos, aunque esta mujer se ve totalmente diferente, siento que es ella.

Después de que la reunión se acaba y todos se disponen a trabajar le digo a mi amigo que quiero los curriculum de los nuevos empleados, quiero asegurarme de que es ella, quiero asegurarme de que es Mariam Johnson, la mujer que ha estado en mi corazón durante estos diez largos años.

Narra Mariam.

Estoy en mi oficina y Jack se acerca sigilosamente pegándome un susto de muerte.

— Hola en que tanto piensas — dice él y yo pego un brinco.

— ¡Ah, Jack me has asustado!!! — le digo casi gritando y poniendo una mano en mi pecho, pero el solo se burla de mi, porque se esta riendo — te burlas de mi verdad — le digo y el ríe mas.

— bueno, es que tienes justo ahora una cara muy graciosa, pero ya me calmo. Solo venía a preguntarte si te encuentras bien.

Le sonrío — claro solo quería despejarme un rato y lo conseguí, ya a acabado la reunión supongo — le digo y el asienta con la cabeza.

— ya, todos se han ido a sus puestos de trabajo, pero oye dime que harás este fin de semana, digo si se puede saber — dice él sonriendo y la verdad no tengo ni idea — aún no lo sé, pero supongo que iremos a algún lugar a divertirnos de nuevo, pero no es nada seguro no hemos hablado de eso todavía — él me sonríe — bueno te dejo en tu profundo pensamiento, nos vemos luego y si se puede me dices que harán, este fin, me gustó convivir con ustedes, ya que mi amigo es un amargado y no le gusta salir mucho — le sonrío y sale de mi despacho.

Doy un largo suspiro, y de verdad solo espero que Daniel no sepa que en realidad soy yo, y si lo hace solo espero que no se acerque a mi, que no me busque, ya que no lo hizo durante tantos años, entre él y yo quedó todo atrás, desde el momento en el que él rompió su promesa y no volvió por mí.

•••

Por fortuna la semana se pasó muy rápido, y sin contratiempo, evite todo contacto con él, creo que no se ha dado cuenta que soy yo, porque él también ha mantenido una distancia, para mí buena fortuna no soy la única contadora aquí, así que si se necesita la firma de nuestro presidente, Mel se encarga de eso y yo no me preocupo, por fin es viernes y las chicas y yo hablamos en el almuerzo, luego se unió a nosotros Luis, Darío, Camil y Emma, nos pusimos de acuerdo para ir a un lugar a divertirnos, así que ya tenemos plan para mañana, recuerdo lo que Jack me dijo, así que le mando un mensaje diciéndole el lugar a donde iremos mañana, él verá si asiste o no, me he dado cuenta que Jack es como un hermano mayor, para mí, así lo siento y sé que apenas lo conozco, pero insisto que hay una extraña conexión entre nosotros, siento que cuando estoy a su lado me siento cálida y siento una protección, como la que mi hermano me da cuando estoy en problemas.

Después de terminar de almorzar todos regresamos a nuestros puestos de trabajo, al parecer Luis y Darío tienen un reto, que el propio presidente les puso, ellos nos han enseñado sus hermosos diseños en joyas y estoy segura que los altos mandos quedarán impresionados, Mel me dice que irá al tocador y yo regreso al despacho, pero antes de llegar tropiezo con alguien que evita que caiga y me dé un fuerte golpe en el trasero.

— se encuentra bien — dice él y yo me ruborizo, por dios sentirme de nuevo en sus brazos enciende esa electricidad que ya había muerto para mi hace ya muchos años, pues me ha tomado de la cintura para evitar que cayera, me incorporó rápidamente y me apartó de él — gracias que torpe soy le pido una disculpa — le digo sin mirarlo a los ojos — él sonríe — no se preocupe señorita Johnson, no es su culpa — me dice, pero yo me disculpo y salgo de ahí. Dios porque tenía que ser él mi jefe, porque de todas las personas tenía que encontrarme con él, de nuevo.

Llegó a mi despacho con el corazón agitado, por lo sucedido hace un momento trato a toda costa de calmarme y afortunadamente mi trabajo me ayuda hacerlo, Mel llega después y terminamos nuestro trabajo justo a tiempo para irnos a casa mañana nos espera una larga y divertida noche con una excelente compañía.

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