Narrador
El pequeño niño gruñó, unos colmillos se asomaron, brillantes, resplandecientes. Mark se sobresaltó. Tanya, Adren y Kily estaban transformándose en bestias que no pensó que existieran antes.
Lagunas de recuerdos querían invadirlo. Pero aquellos recuerdos solo le hacían daño, el lastimaba a Sara.
Su lobo volvió a reprimirse. Su voz interior le marcaba que, si se dejaba llevar, su hijo saldría lastimado. No podía arriesgarse.
Zem fue hacia donde ellos estaban para volver a cubrirlos por si los lobos perdían rápidamente.
—Ellos están peleando. —dijo Zem, mirando como los lobos lograban detener a los pálidos peleando con todas sus fuerzas.
—Se la han llevado. —Ingrid logró ir hacia donde Mark se hallaba con los niños. —¡El quiere llevarte a ti ahora! —chilló, señalando a una sombra que parecía vigilarlo todo a una distancia prudente.
Ingrid logró distinguir la presencia de Julius. Se estaba ocultando, estaba esperando. Y por lo que sucedió con Carol, sus planes parecían esperar p