—Valeria, cielo, esto no está funcionado. Me estás cortando todo el rollo. Es la tercera vez que no puedo terminar.
—Yo… Lo siento. Lo siento, de verdad —Y a pesar de querer mostrar fortaleza no pudo evitar que un sollozo saliera de lo profundo de su pecho.
—Me quieres contar. Soy muy bueno escuchando. Dejando a un lado que me tienes la hombría hecha trizas —Valeria sonrió y Connor le apretó las manos antes de levantarse de la cama y cubrirse. También le puso a ella una sábana. Había pensado que la compatibilidad que compartían fuera también la compartirían dentro. No pudo equivocarse más. A la preciosa mujer que tenía delante había algo que la frenaba—. Supongo que encontraré a la mujer de mi vida en alguna parte.
Lo hizo, le contó cosas que solo le había dicho a la psicóloga y algunas que nunca jamás se las había dicho a nadie. Quizás un punto de vista masculino la ayudara a entender las cosas.
— ¿Nunca has pensado que a él también pudo ocurrirle algo? Lo poco que puedes recordar