Celos que ahogan el sentido común. Parte II

¡Eso es una vil mentira! Yo jamás me he acostado contigo. Es más, yo ni siquiera te he determinado. Para mi sólo eres una empleada más. –le dijo el Gobernador a la señorita Miller con tal fuerza, que la hizo estremecer. Luego mirando a la Marquesa de Pembroke añadió: “Mi amor, yo no he tenido relaciones sexuales con esta loca mujer, tienes que creer en mi palabra. Yo jamás lo negaría si de verdad hubiese ocurrido, tú me conoces, yo no soy de los que huyen ni niegan sus acciones.”

¿Qué es todo este escándalo? –dijo la voz del Archiduque Imperial Erick Remington, padre del Gobernador de Londres, quien entraba por la puerta principal, acompañado por su esposa y por su madre, la Emperatriz de Austria, Daphne Remington.

¡Madre, padre, abuela! ¿Qué hacen aquí? Digo, ¡Que alegría me da volver a verte, abuelita! –dijo Adler emocionado por ver a la Emperatriz, por lo que corrió abrazarla, ya que ella amaba mucho a su nieto.

¡Mi niño hermoso! No te imaginas lo feliz que me hace volver a verte.
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo