Gaspar había estado en contacto permanente con Gabriela desde que se conocieron y se confirmó la paternidad. A la niña le encantaba tener a su padre cerca y cada día estaba más enamorada de él.
- Tía Leticia, ¿no es guapo mi papá? - preguntó mostrando una foto.
- ¡Madre mía! ¡Sí que es guapo! - dijo sorprendida y cogió el móvil de la mano de la niña. - ¡Vaya!
- ¡Leticia! - la regañó Emily. Tenía la boca abierta mirando la foto de Gaspar.
- No te pongas celosa, mamá. Tú también eres preciosa.
Las dos se rieron cuando Gabriela habló.
- Y yo, ¿no soy guapa? - preguntó Leticia.
- Sí que lo eres, tía.
- ¿Y te está gustando conocer a tu padre?
- Mucho. Jugamos, charlamos, comemos unos dulces.
- Me parece estupendo. ¿Por qué no invitas a la tía a tu próxima salida?
- ¡Leticia! - Emily volvió a discutir.
- ¿Quizá la próxima vez te invite? - dijo Gabriela pensativa.
Leticia se rió y miró a Emily, que negó con la cabeza.
- Hablando de él... -dijo Emily cuando sonó su móvil.
- ¡Sí! ¡Déjame coger