—Estoy bien —Silvia sonrió levemente para indicar que no le pasaba nada.
El tratamiento de Vivian no tenía resultados. Ella había hecho grandes esfuerzos, pero la fijación de Vivian con su presencia parecía estar profundamente arraigada. No podía pensar en ninguna manera de cambiar el subconsciente de Vivian en el corto plazo, y también le había contado esto a Bruno.
Durante este tiempo, frecuentemente hipnotizaba a Vivian, lo que mostraba que la conciencia de Vivian no era fuerte, pero en este asunto demostraba una voluntad casi obstinada, decidida a arrastrar a Silvia a aquel día.
Después de llevar a Vivian de vuelta a su cuarto a descansar, se sentó sola en el sofá a pensar, perdida en sus pensamientos por casi dos horas, cuando finalmente Marcos regresó.
Al regresar y ver a Silvia se sobresaltó. Levantó el vino tinto en su mano:
—¿Tomamos una copa?
—Claro.
Desde que Hugo se fue y le entregó la empresa a Marcos, los dos no se habían sentado juntos tan íntimamente así, especialmente