Capítulo 37
Las palabras lo habían dejado helado, por lo que fue al hospital lo más rápido que pudo.

Álvaro observaba con frialdad cómo Gabriela y Cristóbal se comunicaban en lenguaje de señas. Ella lo tranquilizaba, diciéndole que no era su culpa y que no debía sentirse mal. Incluso le aseguró que el dolor había disminuido.

Gabriela mostraba una paciencia y ternura que parecían pertenecer a otra persona. No era la misma mujer que, minutos antes, lo había apartado con dureza y le había dicho que la dejara en paz.

—Gabriela, ven conmigo a hacerte unos exámenes —dijo Álvaro, con voz fría, ya sin poder contenerse.

Cristóbal se giró, sorprendido, como si acabara de notar la presencia de Álvaro. Primero lo miró a él, luego a Gabriela.

“Exmarido,” explicó Gabriela, sin rodeos, con un simple movimiento de manos.

Los ojos de Álvaro se oscurecieron aún más.

—Señor Álvaro Saavedra, ¿verdad? Creo haberlo visto en una entrevista financiera —Cristóbal esbozó una sonrisa cordial—. Soy Cristóbal Zambrano, amigo
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App