Mundo ficciónIniciar sesiónMINETTI:
Mi mandíbula se tensa al escuchar esas palabras, porque cuando se trata de mi abuelo, las cosas se complican más. Él puede ser un estratega fenomenal, pero a veces sus años de confianza ciega en las personas equivocadas arruinan todo. Sobre todo en los últimos tiempos, en que su enfermedad lo hace olvidar cosas.
—¿Y quién quedó a cargo? —le pregunto, sin mover ni un músculo. —Puso al Pelirrojo en el mando —responde James, clavando su mirada en mí como si aquello fuera una mala elección desde el principio. Sus palabras vienen acompañadas de un ligero gesto de disgusto, pero su profesionalismo se lo impide del todo. —Lo investigamos. Nos dijo que quitó a los guardias del frente de la iglesia para que nadie sospechara que eras tú el que se casaba. La idea, supuestamente, era operar desde las sombras. Los guardias estaban






