Pov: Samanta
No quiero despertar pero Lia se mueve y se mueve sin parar.
La mano de Tom se mueve en movimientos circulares y magicamente se queda quieta.
— Esas manos magicas — susurro aun media dormida mientras pongo mi mano sobre la suya apoyado en mi abultado vientre.
— Ustedes son mágicas — susurra en mi odio.
— No quiero levantarme pero llegarán las cunas que pedimos y quiero ver que sean perfectas.
Este último tramo del embarazo tengo mucho sueño, mucha pereza.
— Sos una mamá increíble amor — me giro y lo abrazo. Lo que mi vientre me lo permite.
— ¿Sabes algo de... la bebé? — no quiero nombrar a Clara.
— Solo que está bien, solo me llamaran en caso que la bebé esté mal — asiento.
Creo que son las hormonas pero pienso en Clara, en su embarazo, solo tenemos 6 semanas de diferencia y yo acabo de entrar a las 30 semanas, no la hemos ido a ver nunca, soy tonta quizás pero pienso en la niña, por cierto son dos niñas mi pequeña Lia y La bebé así le decimos porque no hemos decidi