Me tocó esperar durante un rato, ella por lo general como cualquier mujer tarda un siglo en alistarse.
Salimos por fin de casa de mis padres, -Eres el príncipe que vino a rescatarme del castillo- dice Sam en forma de burla y no evito sonreir.
Es mi hermanita, aunque parezca ruda ella es amor completito.
Francisco condujo a casa, la sonrisa de Sam no desaparece de su rostro y eso me gusta mucho, no siempre se puede ver a Sam de buen humor.
Al abrirse el ascensor veo a Alessia hermosa como de costumbre, soy el hombre más afortunado del mundo por tenerla a mi lado.
Ella camina hacía mí cuando creí me daría un beso mi amada se gira para saludar con un abrazo a Sam, abrazo que Samantha corresponde feliz, me agrada mucho saber que pueden llegar a llevarse bien.
Ambas se conducen a la cocina y me siento el más ignorado del mundo, balbuceo un par de cosas y ellas continúan conversando ni idea de qué ya que hablan en tono bajo, aclaro mi garganta para interrumpirlas. - En está casa no se desa