Capítulo 24. Explotación laboral.
-Mi Alfa no quiso ofenderte, Rose. – Dijo Edson siguiéndome por el bosque. – Es solo una parte de nuestras costumbres.
Lo ignoré y seguí caminando. Pronto dejó sus estúpidos intentos por calmarme, ¿Por qué m****a pensaba que con un par de palabras una chica enojada dejaría de estar enojada?
Los tipos humanos y lobos eran todos igual de estúpidos.
Llegué por fin al arroyo y al lugar que de ahora en adelante descansaría mi amiga; fue sencillo reconocer el lugar exacto ya que había como un millón de insectos devorando la comida que Chase me había traído el día anterior. Era como una enorme flecha.
Busqué el tronco de un árbol cercano y me senté procurando no tocar la tierra con mis vendajes ya no tan limpios.
Escuché el suspiro de Edson. Quizá él también había perdido la paciencia conmigo.
-Escucha. – Dijo sentándose a mi lado atrayéndome a su costado para que mi cabeza reposara en el hueco de su hombro. – Sé que algunas de nuestras diferencias culturales pueden ser más fáciles de a