Príncipe Kyle;
Tan pronto como terminó la cena ese día, mis padres decidieron acompañarme a mi habitación, a pesar de que tenían un ritual nocturno que realizaban con Elora, Ronald y King.
Mis hermanos menores no estaban contentos de no tener su atención esta noche, pero tampoco yo estaba encantado de recibirla otra vez.
Quería que me dejaran solo, pero en esta casa, parecía que estaba pidiendo demasiado.
—Pueden irse ya, mamá, papá —les dije a mis padres tan pronto como llegué a la puerta de mi habitación.
El camino desde el comedor fue silencioso, y sabía que tenían muchas preguntas que hacerme, pero no estaba de humor para entretenerlos esta noche.
—Sabes que no me voy, jovencito —intervino mi mamá, contraatacando y pasando junto a mí para entrar en mi habitación.
Miré a mi padre en busca de ayuda, pero él levantó la mano y se encogió de hombros.
—No puedo irme ahora, ¿verdad? —Dicho esto, él también entró en mi habitación.
Empecé a entrar en pánico porque sabía que mi madre me har