ALFA TRISTAN;
Sabía lo que tenía que hacer, pero no me atrevía a hacerlo. Después del ritual de apareamiento, todo lo que tenía que hacer era completar el ritual teniendo intimidad con Larisa, pero nunca me había visto en la cama con ella.
Agnes era la única mujer que había llamado tanto mi atención. Ella era la que ansiaba llevar a la cama, hacerle el amor, marcarla y tenerla entre mis brazos.
Siempre ha sido Agnes.
Mentiría si dijera que no la extraño o que no he estado pensando en cómo habría sido mi vida si ella fuera con quien me hubiera casado... a quien hice mi Luna, en lugar de la bruja con la que tuve que conformarme.
Dolf también había dejado de hablarme desde que me casé con Larisa y solo podía imaginar lo que nos pasaría si daba el siguiente paso y me apareaba con ella.
—Alfa... —la voz de Louis resonó, interrumpiendo mis pensamientos mientras entraba a mi oficina en casa.
Suspiré. —¿Y ahora qué, Louis?
Supuse que estaba aquí para molestarme como lo había estado haciendo e