Llego la tarde y Charlotte estaba en su rutina de limpiar el lugar con ayuda de su pequeño.
- Jeje que niño más lindo tengo – opinó ella mirando que el castañito tenía un trapo y estaba limpiando una mesa, buscando imitarla.
- Eso significa que se ganó un premio – en eso madre e hijo vieron que James ingresaba al local – hola, ya llegué.
- ¡James! – dijo Arturo corrió a abrazarlo.
- Bienvenido – le saludó la pelinegra.
- Aw… que lindo recibimiento – dijo el castaño hincándose para corresponder el abrazo del menor.
- Hehe y tu tan puntual como siempre – opinó divertida ella.
- Ya sabes, me gusta seguir con mi rutina – mencionó James alzando a Arturo – por cierto, ahora regresamos vamos a buscar unos regalos – habló girándose para salir del local con el menor.
- ¿Eh? am… ¿a dónde van?
- Tranquila solo vamos a mi auto – dijo girándose para andar hasta su vehículo.
Charlotte se asustó un poco por eso y busco seguirlos con la mirada, donde dejo escapar un suspiro al ver que solo sacaban do