Capítulo 20.
Corrí al menos tres manzanas antes de detenerme en una cafetería. Tomé una de las mesas vacías y pedí cualquier cosa del menú.
Mientras esperaba y vigilaba la puerta en el improbable caso de que el tipo hubiera podido seguirme con la pierna dislocada, miré el teléfono que acababa de robar.
M****a, había robado un teléfono. La realidad del asunto me hizo sentir mal por unos largos tres segundos antes de apagar el equipo y comenzar a abrirlo.
No parecía que tuviera ningún tipo de equipo de rastreo, pero siempre era bueno revisar.
Justo en ese momento mi teléfono sonó y yo contesté sin ver quien era.
-¿Si?
-Tú no eres Edson.
Eso me hizo poner atención.
-No lo soy.
-¿Y no me dirás quién eres?
-No.
El timbre de voz era pausado. Algo que solo se escucha en las personas mayores así que supuse que era un hombre de edad avanzada.
Solo eso fue lo que hizo que quisiera ayudarlo.
-Edson ha cambiado de número, ¿Quisiera que se lo dé? Lo tengo por aquí...
El hombre al otro lado maldijo y murmuró a