Capítulo 70. El banquillo del acusado
—Lo hemos contemplado, sí —respondió Catalina antes de que Mauricio dijera algo.
— ¿Catalina, qué estás diciendo? —Inquirió Mauricio anonadado.
—No seas tímido mi amor, ¿Para qué esperar? Ellos también planean su boda, pronto todos podríamos ser una gran familia.
— ¡Hijo, nuera! Nos toca pasar —exclamó María junto al abogado.
Verónica desvió la mirada y tomó a Andrés de la mano y entraron al edificio.
Mauricio no caminó de inmediato, se quedó mirando a Catalina mientras reía con disimulo.
— ¿Te has vuelto loca o qué te pasa? Si en verdad crees que yo me casaré contigo estás muy mal.
— ¿Te molestó que hablara en tu nombre? Lo mismo sentí cuando acordaste un acuerdo de custodia compartida. ¿Creías que lo había olvidado? Pues entérate que si me la haces me las desquito.
—No me importa lo indomable que te creas. Te lo reafirmo, no soy ninguno de los peleles que te tienen miedo, a mí me respetas…
—Ay ya Mauricio —dijo con voz calmada—. Al igual que tú actuaste po