Samuel sonrío al ver el mensaje de texto que ámbar le había enviado no sabía cómo ella había hecho para ingeniárselas y estar dentro de la iglesia cuando se supone que todo estaba cerrado de hecho él estaba por llamarla para ir a su casa y ahora resultaba que ella estaba en el confesionario porque aquel mensaje lo dejaba todo muy claro ella quería "confesarse".
sonriendo se echó el celular al bolsillo de su camisa y caminó directamente hacia el confesionario abrió la puerta para entrar al confesionario y sentarse y la escuchó reír del otro lado.
—Me estoy preguntando Cómo hiciste para estar aquí.
—Tengo mis métodos — sonrió con picardía— ¡Padre, He pecado!, ¡he perdido la razon y el corazón por usted!, ¡no dejo de soñar con sus manos sobre mi cuerpo!
—¿Es acaso esto un dejá vù?— preguntó con picardía Samuel, Ámbar era muy ocurrente y eso lo hacía feliz.
—Puede ser, pero...— un par de segundos de absoluto silencio hasta que la puerta se abrió— volveré a usar este método p