Capítulo 176: Todo acomodándose.
Saliendo en medio de la oscuridad de la noche, Emily salía temerosa de su improvisado refugio en busca de algo para comer. No había nadie cerca, no parecía haber policías a la vista. Y como un fantasma, rápido salió y logro escabullirse sin ser vista. Entrando en la primera tienda que observo, se sintió completamente rota y miserable al mirar los precios.
—¿Qué completo con veinte dólares? — Emily le pregunto al intendente de apariencia de obrero que la miró con asco.
Aquel gesto de desprecio de alguien a quien ella consideraba infinitamente inferior a ella, la remato.
—Puedes comer un perro caliente y beber una lata de refresco, ¿Yo que se? Si no vas a comprar nada, salte de mí tienda, le das mal aspecto, indigente. — dijo el tendero.
Aquellas palabras que salieron de la boca de ese obeso y asqueroso hombre, derrumbaron por completo la poca dignidad que le quedaba a Emily Gibson. Entregándole el billete, el sujeto le dio un grasiento perro caliente y la lata de refresco de cola; ella