Capítulo 144: Una boda apresurada.
En su habitación de la mansión Urrutia, Emily lloraba de rabia y de odio. Todos la estaban señalando como una villana y la verdadera culpable de todo era Katherine. La odiaba tanto, que quería acabarla con sus propias manos. Sebastián, además, la había golpeado por culpa de ella y ahora quería forzarla a disculparse. De ninguna manera iba a hacerlo.
— ¡Ah! ¡Maldita! ¡Eres una perra maldita! ¡Te voy a hacer sufrir perra bastarda! ¡Te voy a destruir! — Emily gritaba furiosa al tiempo en que rompía todo lo que se le atravesaba en su habitación ante la mirada de la modista que Sebastián había mandado a traer para hacer las pruebas con el vestido de novia.
Llorando de frustración, Emily tomaba su teléfono buscando aquel número conocido entre sus pocos contactos, al ser uno de los muy pocos que su ahora forzado prometido le había permitido tener en su móvil; Sebastián había comenzado a controlar cada aspecto de su vida y comenzaba a volverse cada día más inestable e iracunda.
En su habitaci