Capítulo 141: Sus amados hijos.
Después de haber llorado tanto, Katherine se había quedado en silencio entre los brazos de Henry, y mirando por la ventana de la camioneta una hermosa verja que parecía recién pintada, supo que habían finalmente llegado a su destino; ese sería el lugar que serviría de refugio para ella y sus hermosos gemelos.
Descendiendo de la camioneta con ayuda de su exesposo, la hermosa rubia pudo apreciar lo que era un hermoso y enorme jardín cubierto de flores de todos tipos y colores, así como una hermosa fuerte con ángeles al centro.
—¡Mamita! —
Aquella palabra, aquellas dulces voces de ángel que durante su tiempo en el infierno añoró mucho más que a cualquier otra cosa, finalmente podía volver a escucharlas. En ese momento el corazón de Katherine se había inflamado de dicha al escuchar a sus pequeños llamándola y al mirarlos ir corriendo a hacia ella.
—¡Gabriel!, ¡Emma! — gritó Katherine con emoción, sus hijos eran todo lo único que realmente más amaba y más necesitaba en ese momento; Gabriel