Una vez Lucas se quedó dormido, Daniel se dirigió a la habitación de Sam quien se encontraba revisando sus planificaciones del nuevo semestre para entregarlas. Escuchó que tocaron la puerta y la joven soltó un “pase” para que entrarán. Ahí estaba Daniel quien la veía con seriedad, no parecía muy contento.
—¿Sucede algo? — Soltó un suspiro y llegó a ella con sosteniendo una carpeta en la mano. Samantha dejó sus cosas a un lado intentando entender qué le sucedía. El hombre se sentó frente a ella sobre la cama.
—Sé que tu tienes tu estilo de vida Samantha, pero la cuestión es que, no quiero que mi hijo aprenda de ello.
—¿Perdón? — Daniel abrió la carpeta dejando a la vista unos papeles. —¿Qué es eso?
—Son reglas que debí especificar antes de comenzar con esto. — Samantha leyó que, en efecto, era un listado de reglas.
Mantener en orden todo respecto a la casa.
Mantener limpia la casa.
Dejar la ropa sucia en el canasto respectivo.
No ingerir comida con aditivos y condimentos.
No comer dem