Capítulo 98: Melodía personal.
Esa hermosa pareja de esposos bebió un sorbo. El dorado líquido de la champagne burbujeó entre ellos, reflejando la luz de la luna.
Rosalind bajó la copa despacio. Sus miradas se encontraron. Y sin decir nada, Donovan la tomó por la cintura, acercándola a su cuerpo.
—Do… —ella apenas tuvo tiempo de susurrar algo, cuando…
El beso llegó sin aviso.
Un roce primero… luego, una caricia ardiente. Sus bocas se encontraron con hambre, sus respiraciones se mezclaron en un torbellino de deseo y ternura.
El sonido del mar acompañaba el momento.
Sssh~ Sssh~
Rosalind se aferró a él con un brazo, mientras la otra mano temblaba ligeramente, sosteniendo aún la copa. El líquido dorado se agitó.
Sus labios se separaron apenas, y en ese momento, ella exhaló con un leve gemido.
—Ah…
Donovan sonrió contra su piel, rozando su mejilla con los labios.
Los ojos de esa mujer estaban encendidos, llenos de luz y deseo.
—Aún no es suficiente —susurró Rosalind con coquetería—. Me debes una compensa