Donovan se quedó inmóvil por unos segundos. Su expresión era indescifrable, y sus ojos verdes, que siempre la miraban con cierto cariño, se volvieron fríos, sombríos.
—Elizabeth fue… —hizo una pausa, exhalando como si aquel tema le resultara molesto de mencionar—. Mi primer amor.
¡Rosalind se quedó congelada! Sus ojos azules se abrieron de par en par al ver a su marido. Él se dirigió hacia el sofá largo, donde se dejó caer con elegancia, cruzando una pierna sobre la otra con ese porte tranquilo e inquebrantable que lo caracterizaba… y que lo hacía tan misterioso. Un misterio que Rosalind deseaba seguir descubriendo.
"¡Por supuesto que ya lo sabía! ¡Ya sabía que este hombre había tenido varias relaciones, varios amores… o eso supuse! Es normal que tenga un primer amor…"
Pensó la rubia, acercándose lentamente a su esposo. Se sentó a su lado en el sofá, volviendo su mirada hacia él con cierto nerviosismo. Su corazón latía con fuerza, como si quisiera escaparse de su pecho… pero no