Capítulo veintiséis: Pisando terreno peligroso
"Narra Fabio Caruso"
Sabrina frunció el ceño, apartándose para seguir caminando por la playa.
A mí me costaba trabajo respirar, me quemaba el pech0 y en mi cerebro aparecían recuerdos que por lo general mantenía bien encerrados. Vagos recuerdos de la mujer que me dio la vida, pero qué también casi me la quita al entregarme a mí violento progenitor.
Y entonces miré a mi esposa.
Estaba pisando terreno peligroso con ella. Aquello no era única y estrictamente sexual. Nunca lo había sido.
Maldit@ fuera, tenía que calmarme. Necesitaba tiempo para convencerla de que se quedase a mi lado, pero nunca jamás me permitiría sentir tanto por otra persona como para que su partida pudiese romperme el corazón.
Nunca más me vería reducido a suplicar o llorar para retener a una mujer a mi lado.
Yo era el hombre que mi padre había moldeado con sus golpes y sus lecciones de vida, no el niño que se agarraba a una mujer que no sentía nada por él, llorando com