Capítulo veinticinco: Un escudo de guerra griego
“Narra Sofia Galanis”
—Sofia, nos vamos… —mi marido llegó hasta mí y me tocó el brazo derecho.
Yo todavía seguía en shock.
<
>Apolo me había llamado su <>.Sentí un revuelo en el estómago de pronto y no creía que fuera el bebé dando patadas.—No te preocupes por mí, querido —desestimé cuando hizo el intento de ayudarme a levantarme. Por alguna razón, ahora quería quedarme, quería que todos me vieran, que no les quedara duda que, contra todo pronóstico, me iba mucho mejor sin ellos—. Estoy perfectamente bien y tengo ganas de entretenerme. Me gustaría quedarme para el show.—¿De verdad? —Apolo volteó a mirarme con el ceño fruncido. Pero yo asentí segura de la decisión que había tomado. A él también tenía que darle una lección. ¿él quería venir a la boda, no? Pues que se aguantara—. Está bien, un poco de comedia barata no le hace daño a nadie. Piérdete de vista, Wilson. Y cuidado con molestar a mi esposa.Nos quedamos e