“Pero…”
“Limítate a proporcionar un heredero, ¿no fue ese el motivo por el que me case contigo? Si hubiera querido una esposa, te aseguro que no serias tú”
Ese día se fue a la empresa y la dejo con los ojos llenos de lágrimas, a decir verdad, Stella nunca había sonreído como hace un momento. Y a p