Angeline pensó un poco, luego se puso de pie y dijo: “Tengo que ir a prepararme. Voy a mostrarle cómo se hace”.
Jay permaneció en su lugar, sus pensamientos estaban por todos lados.
Recordó cuando Angeline lo perseguía cuando eran jóvenes. Ella era tan infantil y tenía un fuerte deseo de poseerlo. En aquel entonces, él estaba bañado por su amor y siempre sintió una sensación de felicidad que estaba a su alcance.
Sin embargo, con el paso del tiempo, se separaron y criaron a los niños por separado. Al mismo tiempo, también lucharon por el honor de sus familias. Poco a poco, ese tipo de amor apasionado parecía haberse enfriado y estaba encadenado por todo tipo de banalidades.
Jay fue hacia Angeline y la abrazó por detrás. Se sintió un poco perdido mientras decía: “Angeline, creo que deberíamos centrarnos más en nuestra relación”.
Angeline se sorprendió un poco. “¿No estamos en un buen lugar ahora?”.
Jay dijo con amargura: “No lo creo. Nunca hemos viajado solo nosotros dos en tantos