― Que pasa hermano ― me dijo Harry viendo un tanto asustado.
― ¿Qué te parece si damos una serenata? ―le pregunte a mi hermano sentándome en la cama de él.
― ¿A esta hora? ¿Salir? ― pregunto mi hermano confundido.
― Será por teléfono ― le dije tratando de convencerlo, pero Harry negaba con la cabeza.
― Jack, ella ya debería estar dormida a estas horas ― contesto Mateo negando con la cabeza, pero yo le rogaba que por favor diéramos la serenata hasta que al fin lo convencí. ― Bien hermano marca a su casa ahora que alcanzo ― dijo mi hermano convencido de dar esa serenata, él no estaba muy de acuerdo, pero lo hizo por mí, sabía que Mariana me interesaba de verdad.
Salí del cuarto a toda prisa buscando el teléfono de mi chiquilla hasta que lo encontré llamándola a su casa hasta que al fin escuché su voz.
― ¿Diga? ― pregunto Mariana un tanto confundida.
― Hola. Mariana ― salude un tanto tímido, ella iba a colgar, pero yo me adelante para que no me colgara. ― No cuelgues Mariana ― dije