Tatum la ignora y se vuelve hacia Kelvin, con los ojos completamente tranquilos y confiados mientras toma asiento.
"¿Entiendes que este es el procedimiento estándar para tu regreso?".
"Sí, Alfa", responde Kelvin con voz tranquila y los ojos de Tatum pasan de él a la niña que tiene en brazos, su atención atraída por sus ojos inconfundibles.
Se parecen un poco a los ojos del padre de Leila, solo que los de él eran de un marrón dorado, no totalmente dorados como los de ella.
"Tienes unos ojos muy bonitos, pequeña", le dice a Amara, mostrándole una pequeña sonrisa, pero ella le frunce el ceño.
"Seré pequeña pero no soy pequeña, me llamo Amara", responde con su vocecita cortante, señalándolo con su pequeño dedo índice.
"¿Eres tú el tío malo que mandó al tío bravucón a traernos aquí? Si le das algún problema a mi madre, te lo devolveré", advierte con severidad, mirando a Theo, que no le quita ojo de encima.
Tatum oculta su sonrisa, manteniendo el rostro estoico. "¿Y cómo piensas hacer