ANDROMACA
La lealtad es lo primero, lo segundo y lo tercero, si faltas no eres nadie, no vales nada. Recuero las palabras de Mirtajil mientras escullo lo que dice el doctor formando un nudo en mi estómago.
—Está en coma—me limpio más lágrimas —lo siento mucho.
Yo solo quiero confiar que los días malos en algún momento terminaran.
—Pero va a despertar verdad —pregunta Agatha claramente desesperada —doctor por favor
—No lo sé señorita, en esta condición puede durar un día, varios, semanas, meses o años, eso depende de cada persona.
—No puede ser—Agatha llora cubriéndose el rostro con ambas manos—que voy a ser.
—Agatha de verdad lo siento mucho.
—Esto es culpa tuya—se voltea furiosa—culpa de la maldita obsesión que sienten por ustedes que nos están salpicando a todos.
—Nunca hubiese querido que le sucediera algo así, es mi amigo.
—Que mataste, porque no te entregas, cuantas personas mas deben morir para salvarte a ti y la perra de tu hermana.
—Oye Agatha, no tienes que ser tan insensible